En España, un número creciente de mujeres está atravesando la etapa del climaterio. Este es un periodo en el que los cambios en el cuerpo se vuelven muy evidentes, como, por ejemplo, los sofocos. Aparecen preguntas sobre las causas de estos cambios y cómo aliviarlos para mantener un estilo de vida cómodo y de alta calidad.
Los sofocos son uno de los síntomas más habituales en las mujeres que están en menopausia. Los sofocos son una sensación repentina de calor en la parte superior del cuerpo, que puede hacer que la piel se enrojezca y producir sudoración.
Los sofocos que ocurren por la noche se conocen como sudores nocturnos y pueden interrumpir el sueño, según MayoClinic. Entonces, ¿qué es lo que provoca estos sofocos?
La doctora Laura López Chardi, especialista en Ginecología y Obstetricia del Instituto Dra. Gómez Roig y miembro del Grupo Top Doctors, explica en Mujer.es el origen de estos sofocos durante esta fase natural de la vida de la mujer. También proporciona recomendaciones para aliviarlos y vivir la menopausia de la manera más cómoda posible.
¿Por qué ocurren los sofocos durante la menopausia? Según Laura, los sofocos son el resultado de un cambio en los mecanismos de regulación de la temperatura en el cerebro. Sin embargo, dice, «no sabemos exactamente qué los provoca, ya que no todas las mujeres los experimentan con la misma frecuencia e intensidad».
Lo que la doctora sí enfatiza es que los sofocos están fuertemente vinculados con la disminución hormonal que ocurre durante la transición a la menopausia, en particular con la disminución de los estrógenos. La especialista recomienda la actividad física como uno de los consejos básicos para aliviar este síntoma.
Luego de identificar las causas de los bochornos, es el momento de abordar las prácticas que pueden aliviarlos. Naturalmente, estas prácticas se relacionan con la adopción de un estilo de vida saludable y la realización de actividad física, según ha confirmado una ginecóloga.
Está confirmado que al llevar una vida activa físicamente y evitar el sedentarismo contribuirá a la mejora de estos bochornos, pues como mencionamos anteriormente, están estrechamente vinculados con el cerebro. «Cualquier actividad que pueda reducir el estrés o proporcionar relajación, sin duda beneficiará la disminución de los bochornos», añade.
Asimismo, la especialista indica que cualquier sustancia irritante o que estimule el sistema nervioso central, como el tabaquismo, puede tener un efecto adverso.
Existen otras prácticas que pueden ser útiles para mitigar los bochornos. Nos referimos a la meditación, una técnica que ha ganado popularidad en España en los últimos años y que ya se puede practicar casi en cualquier lugar.
Meditación para aliviar los síntomas de la menopausia
Siguiendo la línea de lo mencionado por la ginecóloga, cualquier práctica y en este caso la meditación, «ciertamente puede beneficiar la reducción de la frecuencia e intensidad de los bochornos».
La doctora insiste en que, dado que los bochornos están estrechamente relacionados con el sistema nervioso del cerebro, cualquier práctica que pueda proporcionar relajación y bienestar, especialmente la reducción de los niveles de estrés, sin duda será positiva para disminuirlos.
¿Cómo podemos incorporar la meditación a nuestras vidas? Aunque no haya una frecuencia establecida, «lógicamente lo ideal sería hacerlo diariamente, aproximadamente 30 minutos», sugiere Laura. En el caso de que no dispongas de tiempo, aconseja hacerlo al menos tres o cuatro veces a la semana: «sin duda, esto nos ayudará y podremos notar una mejora».
Un estudio de 2011 apoya la idea de que la meditación de atención plena puede ayudar a las mujeres a soportar los ataques de calor y los sudores nocturnos. Aunque estos son algunos métodos naturales para aliviar el malestar, si sientes que los sofocos son demasiado regulares, quizás debas considerar el siguiente consejo del médico.
¿Debo preocuparme por los frecuentes sofocos menopáusicos?
Si observas que los sofocos siguen siendo constantes a pesar de haber aplicado cambios en tu rutina diaria, es probable que necesites asistir a una consulta médica.
Nos referimos a la situación donde tus sofocos son muy recurrentes y extremos, que incluso pueden alterar tu rutina diaria o interrumpir tu sueño, causando una mala calidad de descanso. Si esta situación persiste aún si has seguido las sugerencias mencionadas antes, es crucial que busques la opinión de un especialista.
Existen diferentes enfoques terapéuticos, que incluyen la suplementación y el tratamiento hormonal, que seguramente te ayudarán a lidiar con estos síntomas que en muchas mujeres pueden ser tan agudos que llegan a interferir significativamente con su calidad de vida.
Así, si comienzas a notar que los sofocos empiezan a interferir con tu vida cotidiana, ya sea en el trabajo o en el sueño, no dudes en buscar asesoramiento médico. Él será capaz de explicarte a fondo, basándose en tus indicaciones y en tu historial de salud, cuál es la estrategia de medicación más apropiada para ti.
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