El Museo de la Comida Asquerosa en Berlín presenta a sus visitantes un desfile de platillos repugnantes. Entre estas ofertas, se incluyen una infusión hecha de orina bovina, un cóctel que combina vodka con el corazón aún pulsante de una serpiente cobra, y un vino fermentado con crías de ratón.
Al comienzo del recorrido, se obsequia una bolsa de papel para vomitar, la cual ha sido necesitada por al menos 50 visitantes desde que el museo abrió sus puertas en 2021, señaló Steffen Beyer, uno de los encargados de la exposición.