Disfrutar de vegetación en el hogar o desarrollar un ambiente verde es una experiencia gratificante con numerosos beneficios de salud, proporcionándonos un efecto curativo, disminuyendo el estrés y la ansiedad, y permitiéndonos olvidar nuestras preocupaciones cotidianas.
No obstante, para que nuestras plantas se desarrollen de manera saludable y robusta, requieren un suelo rico en nutrientes.
Es aquí donde el compostaje doméstico entra en escena, un método sencillo y ecológico que nos permite transformar nuestros desechos orgánicos en un fertilizante natural de gran calidad.
¿Qué es el compost doméstico?
El compostaje doméstico es el procedimiento natural de descomposición de la materia orgánica, como restos de frutas y verduras, hojas muertas y recortes de césped o arbustos, en un material lleno de nutrientes denominado compost.
Este fertilizante natural no solo es beneficioso para las plantas, sino que igualmente ayuda a disminuir la cantidad de desechos que llevamos a los vertederos.
Ventajas del compostaje doméstico
El compostaje doméstico brinda una serie de ventajas que lo hacen un colaborador vital para la salud de las plantas y el entorno.
Alimentación para la tierra: Funciona como un fertilizante ecológico, fortaleciendo el suelo con los nutrientes vitales para el crecimiento de las plantas, como el nitrógeno, fósforo y potasio.
Humectación continua: El compost mejora la composición del suelo, volviéndolo más mullido y permeable. Esto posibilita que el suelo conserve mejor la humedad, lo cual es especialmente relevante en áreas con sequías o climas áridos.
Menos fertilizantes artificiales: La utilización de compost disminuye la necesidad de fertilizantes químicos, que con frecuencia contaminan el suelo y las aguas subterráneas.
Minimizando los desechos orgánicos: Al transformar nuestros residuos orgánicos en compost, logramos reducir la acumulación de basura que destinamos a los rellenos sanitarios, lo que además ayuda a preservar nuestros recursos naturales.
¿Cómo se puede fabricar compost en casa?
No hace falta destinar grandes sumas de dinero para elaborar compost en casa. Muchas veces, las autoridades municipales implementan programas de reciclaje anuales para incentivar la creación de compost en los hogares (y también en oficinas), proporcionando un kit gratuito a aquellos ciudadanos que se unen a la iniciativa. Por estas razones, sugerimos primeramente acercarse a la administración municipal para obtener información sobre las posibles asistencias disponibles.
Aun así, los elementos básicos que necesitamos incluyen un recipiente como una caja de madera o un gran balde de plástico. Se pueden incorporar restos de frutas y vegetales, hojas secas, desechos de césped, café en polvo, cáscaras de huevo y otros residuos orgánicos que sean biodegradables. También es importante el agua, debido a que los residuos orgánicos requieren humedad para descomponerse. Por lo tanto, es crucial mantener el compost húmedo, sin que llegue a inundarse. Y lo esencial, pero no por ello menos significativo, paciencia. Hacer compost requiere tiempo; la duración del proceso puede variar desde unas pocas semanas hasta varios meses dependiendo de la cantidad de material orgánico y las condiciones ambientales.
¿Qué tipo de residuos son adecuados para el compost?
– Sobras de frutas y verduras como pieles, cáscaras y cortezas, además de restos de carne y pescado (sin huesos ni espinas), cáscaras de huevo, posos de café, Bolsitas de té.
– Elementos vegetales tales como hojas secas, pequeñas ramitas, restos de césped, flores muertas.
– Materiales a base de papel y cartón que no contengan tintas brillantes o recubrimientos plásticos, por ejemplo, hojas de periódico y servilletas de papel.
– Aserrín, virutas de madera, pelo de animales domésticos, cabello humano y desechos de uñas tras una manicura o pedicura.
No todos los residuos son adecuados para la elaboración de compost
– Carnes, huesos, restos marinos como conchas y espinas de pescado no deben incluirse, debido a que pueden generar malos olores y ser atractivos para las plagas.
– Se deben evitar los productos lácteos.
– Las grasas y los aceites son igualmente desaconsejados.
– Las excreciones de animales como perros y gatos, producto de su dieta y medicación recibida, pueden resultar dañinas para su uso final.
– Los plásticos, vidrios y metales no se pueden incluir pues no se biodegradan y pueden contaminar el compost.
– Los huesos de frutas y de frutos secos no son aceptables, aunque sus cáscaras sí se pueden utilizar.
¿Qué debes seguir para elaborar compost en casa?
Elige un espacio con poca luz solar directa y que permita un buen drenaje para ubicar tu setup de compost. Empieza poniendo una capa de material seco (como hojas y ramas pequeñas secas) en el fondo del contenedor, seguido de una capa de material húmedo (restos de vegetales y frutas, restos de café). Vas intercalando capas de materiales secos y húmedos hasta llenar el contenedor.
Es necesario mantener la materia orgánica húmeda pero no encharcada. Para hidratar el compost puedes usar una manguera o regadera. Remueve la mezcla con una pala o horca cada dos o tres semanas para permitir su oxigenación y agilizar la descomposición. Cubre el compost con una tapa o una capa de material seco para evitar que se deshidrate y para controlar los olores.
La temperatura óptima para acelerar la descomposición de los residuos y eliminar patógenos del compost oscila entre los 50 y 60 grados. Si la temperatura desciende demasiado, añade más material húmedo. Si sube demasiado, es necesario agregar más material seco.
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