Un exoficial de policía, quien lideraba una banda criminal, ha sido desmantelado por la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra. Esta banda, que operaba en Barcelona, llevaba a cabo robos violentos a otras organizaciones criminales usando armas de fuego, simulándose como policías.
Han sido arrestadas seis personas como resultado.
En una operación contra esta banda, conocida por perpetrar «vuelcos» a otras bandas, se llevaron a cabo siete registros en diversas áreas de Barcelona, resultando en la detención de seis individuos. En la actualidad, cuatro de ellos permanecen en custodia preventiva, según indica la policía autonómica.
Los seis detenidos están vinculados a cinco actos criminales, incluido un robo violento con intimidación en Tortosa (Tarragona) que tuvo lugar el mes pasado. En este incidente, la víctima resultó herida por dos balazos. Aparte de los seis arrestados recientes, la policía detuvo a dos personas más relacionadas con este incidente en Tortosa, entre el 16 de julio y el 2 de agosto.
En total, los arrestados incluyen a cinco hombres y una mujer, con edades entre 35 y 49 años. Se les acusa de varios delitos, incluyendo robos violentos, lesiones e intervención ilegal de vehículos.
Este caso se puso en marcha después de un asalto violento que tuvo lugar el 8 de junio del año pasado en Cornellà de Llobregat (Barcelona), cuando tres individuos abordaron a una persona en este municipio, haciéndose pasar por policías.
Luego de llevarla a Barcelona, le fue robado dinero en efectivo y una gran cantidad de paquetes de tabaco que transportaba en su coche. Justamente el 14 de noviembre del año pasado, cinco meses después, los impostores disfrazados de policías hicieron acto de presencia nuevamente, esta vez en Cerdanyola del Vallès (Barcelona).
El propósito de este reciente robo, con el apoyo de la mujer arrestada, era acumular la máxima información posible acerca de otro blanco que este grupo consideraba de importancia.
Los investigadores corroboraron que los criminales usaban coches alquilados que portaban placas de matrícula de la propia Policía Nacional.
Los arrestados formaban una banda delictiva organizada, bajo la dirección de un exagente de policía que había sido dado de baja hace años, cuyos miembros se encargaban de diferentes roles como la elección y vigilancia del blanco, el uso de placas duplicadas y la realización física del robo.
Durante los robos, utilizaban un arma de fuego y se hacían pasar por autoridades, conocedores de los actos ilegales de sus objetivos, asumiendo que estos probablemente no declararían los incidentes al no poder explicar el origen legal del dinero o bienes robados.
Como resultado de la investigación, los oficiales lograron confiscar 40.185 euros, chalecos de alta visibilidad, esposas, luces intermitentes policiales, un dispositivo emisor de señales sonoras policiales, radios portátiles, placas de matrícula falsas, cables y luces para alterar coches y darles aspecto policial, distintivos y placas de policía y localizadores GPS, entre otros. La investigación prosigue y no se excluye la posibilidad de más detenciones.
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