Una innovación pionera en la tecnología de interfaces neuro-computacionales ha posibilitado que un individuo de 45 años, afectado por Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), vuelva a hablar gracias a un implante cerebral desarrollado por Blackrock Neurotech.
Este destacado éxito ha sido mencionado en un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, junto con otro caso de éxito que manifiesta el creciente potencial curativo de esta tecnología para tratar pacientes con parálisis extrema.
El paciente, que por causa del ELA había perdido casi por completo su habilidad para hablar, lograba comunicarse a un ritmo extremadamente lento, logrando comunicar solo siete palabras por minuto, y solo su cuidador lograba interpretarlo. El ritmo normal de conversación en inglés es de 160 palabras por minuto.
Después de la implantación de cuatro sets de microelectrodos intracorticales, que monitorean la actividad neuronal en áreas críticas del cerebro relacionadas con el habla, pudo retomar la comunicación a través de un sistema de texto a habla que reproduce sus palabras de forma casi inmediata.
Tecnología de vanguardia de Blackrock Neurotech
El dispositivo, que contiene 256 electrodos, representó una mejora notable respecto a versiones anteriores, permitiendo al software decodificar las señales neuronales del paciente y transformarlas en texto que luego es pronunciado con una voz parecida la que el paciente tenía antes del trastorno.
Sorprendentemente, en 16 horas de uso en total, el paciente logró manejar un vocabulario de 125.000 palabras y comunicarse a una velocidad de 32 palabras por minuto, con un 97,5% de precisión.
«Me ha fascinado poder volver a hablar con mis amigos y mi familia», expresó el paciente, según las transcripciones. «Cuando comenzaron mis síntomas, mi hija apenas tenía dos meses y ahora tiene cinco años. No recuerda cómo sonaba mi voz antes de que esta enfermedad me arrebatara la capacidad de hablar con normalidad. Al inicio estaba un poco reticente, pero ahora está muy contenta de que su padre sea un robot».
A pesar de padecer una enfermedad grave, ha logrado recuperar cierto grado de su autonomía y, lo más significativo, ha restablecido sus vínculos emocionales con su mundo circundante. «Echo de menos bromear», dijo con humor en uno de sus primeros encuentros con los científicos.
Un importante progreso en la batalla contra la parálisis
Los científicos sostienen que esta innovación tecnológica no solo beneficia a los pacientes con ELA, sino también a los que padecen otros tipos de parálisis graves. El sector de las interfaces cerebro-ordenador, con competidores destacados como Neuralink de Elon Musk y Synchron, está evolucionando rápidamente hacia aplicaciones clínicas más facilmente accesibles y eficaces.
El triunfo de estos aparatos evidencia la relevancia de la tecnología en la recuperación de funciones perdidas y pone de manifiesto el potencial de las mejoras futuras.
Sin embargo, a pesar de que el mencionado caso de este paciente con ELA ha tenido un resultado muy positivo, los desafíos aún son constantes. En otro estudio asociado, una mujer con un dispositivo parecido experimentó una disminución en la eficacia del implante después de varios años de uso a causa de la atrofia cerebral progresiva ocasionada por la patología.
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