La experiencia de Venecia sin salir de las fronteras de España. Aunque parezca increíble, es posible. No es raro viajar a distintos lugares buscando nuevas experiencias, saborear diversas cocinas y explorar culturas únicas, no obstante, el encanto que nuestras propias ciudades ofrecen a veces se pasa por alto.
En la región de Navarra, hay un pueblo en el que puedes encontrar preciosos canales, evocando la sensación de estar recorriendo las calles de la icónica ciudad italiana sin tomar un vuelo.
El pueblo de Lesaka, situado a orillas del río Bidasoa, está surcado por cerca de veinte canales que dan vida a sus calles y proporcionan el suministro de agua a las casas.
El cauce fluvial define las fronteras del municipio, conectándolo con Irún y Bera en el norte, Igantzi, Artikutza y Arantza al sur, Etxalar al este y Oiartzun al oeste.
Lesaka, reconocido como la Venecia de Navarra
Este pintoresco pueblo reposa en los Pirineos navarros, inmerso en un ambiente maravilloso, lleno de naturaleza, montañas y bosques de hayas y castaños que colorean con verde los paisajes locales. Desde sus orígenes ha mantenido su carácter rural, lo cual queda reflejado en su inigualable patrimonio, por ejemplo, antiguos molinos de harina, talleres de carpintería del siglo XVIII y antiguas ferrerías.
El centro histórico de la localidad se distingue por sus calles adoquinadas, repletas de caseríos engalanados con contraventanas de vivos colores. Los imponentes puentes de Lesaka son verdaderos tesoros arquitectónicos que acentúan su parecido con Venecia.
En pleno corazón del pueblo se encuentran edificaciones notables como la Torre Zabaleta. Este palacio fortificado se mantiene como un vestigio bien conservado de las antiguas torres nobiliarias del siglo XV. Al sur de la torre, pueden verse los restos de una estructura que se cree pertenecía a una de las antiguas torres.
La monumental Iglesia de San Martin de Tours, situada en la cúspide de una colina, es uno de los edificios más emblemáticos de la región. Su creación resultó de los esfuerzos emprendidos en los siglos XVI, XVII y XVIII. Dentro, se puede apreciar un retablo adornado con tallas de la época rococó, creado junto a los muros laterales, formando uno de los complejos más impresionantes del Barroco en Navarra.
Lesaka, que se une a la Vía Verde del Bidasoa, ofrece un trayecto con escaso desnivel, ideal para practicar deportes al aire libre mientras se disfruta de la vista al río Bidasoa. También es cercana al Señorío de Bertiz, un parque natural que alberga algunas de las mejores arboledas caducas de España.
¿Cómo llegas a Lesaka?
Si partes desde Pamplona, deberás tomar la N-121-A. Este viaje, que cubre unos 63,8 kilómetros, te llevará cerca de 58 minutos. Desde San Sebastián, desplázate por la N-121-A y la AP-8, un camino que dura unos 36 minutos. Si llegas desde Bilbao, deberás elegir la AP-8, un trayecto que dura una hora y 31 minutos.
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