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¿Posees obligaciones financieras pendientes? Descubre la manera de aplicar la Ley de Segunda Oportunidad

Numerosos individuos en España, pertenecientes a distintas familias, luchan con situaciones económicas difíciles debido a la acumulación de deudas. Esto puede llevarles a considerar la opción de la Segunda Oportunidad, una legislación que les permite reestructurar sus deudas mediante un plan de pago o incluso obtener su exoneración.

Dependiendo de las circunstancias individuales, se podrá (o no) aprovechar este mecanismo y optar por una de estas dos opciones.

El proceso de exoneración de deudas requiere que el individuo se encuentre en una situación de insolvencia, es decir, incapacidad de cubrir sus pagos regulares a corto o medio plazo.

Si se encuentran en un lugar donde las deudas existen y los ingresos no alcanzan para hacer frente a estos pagos, entonces se puede considerar este proceso de segunda oportunidad.

Se debe tener en cuenta que no se debe presentar antecedentes de delitos económicos, ya que esto puede limitar la posibilidad de acceder a la exoneración de deudas. Además, no se aconseja empezar este proceso si se poseen propiedades libres de gravamen, como una casa que se pueda vender para pagar una parte o todos los adeudos. En caso de tener deudas públicas, como con la Seguridad Social o Hacienda, se podría perdonar hasta 10.000 euros.

Para hacer uso de este mecanismo, se debe tener deudas con varios acreedores y estas no deben sobrepasar los 5 millones de euros, demostrar insolvencia económica (el sobreendeudamiento no es suficiente), no tener condenas por delitos económicos o patrimoniales contra instituciones públicas, y no haberse beneficiado de la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos cinco años.

Así se accede al mecanismo de Segunda Oportunidad.

Para aprovechar este procedimiento, es necesario recopilar todos los documentos que prueben la insolvencia y el estado de los bienes. Esta solicitud debe ser presentada en el tribunal de comercio correspondiente al lugar de residencia del deudor, iniciando así el proceso judicial.

Es crucial entender que los privilegios de la Ley de Segunda Oportunidad pueden ser revocados. Por lo tanto, durante un periodo de tres años, el juez tiene el derecho de verificar si algún acreedor puede evidenciar que el solicitante ha actuado con malicia, ha alterado significativamente su situación patrimonial, o ha ocultado activos o ingresos, incluyendo aquellos no declarados.

Después de la implementación de la Ley de Segunda Oportunidad, las deudas serán eliminadas para superar un estado de insolvencia crítica o bancarrota, sin necesidad de liquidar todo el patrimonio.

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