Las hipotecas con tipo variable estarán entre las más económicas desde diciembre de 2022, durante este mes de agosto. Este hecho será especialmente perceptible para aquellos que revisen su préstamo este mes y para quienes estén considerando adquirir uno debido a la actual competencia de ofertas en el sector bancario.
El Euríbor a 12 meses está estableciéndose en un promedio mensual de 3,2%, tras los recientes mínimos diarios de 3,13% (el 6 de agosto) y 3,14% (el 14 de agosto), según datos recientes proporcionados por ‘La Información’.
Basándonos en los datos actuales, la disminución este mes excede los 30 puntos básicos (0,3 puntos porcentuales) en comparación con el promedio del 3,526% en julio, y será la más significativa en 2024. Además, la comparativa anual del Euríbor a un año estaría mostrando, a estas alturas de agosto, una reducción de -86 puntos básicos (-0,86 puntos porcentuales). Esta sería la disminución más pronunciada en el índice hipotecario desde marzo de 2013, superando incluso la de julio, que fue la más alta desde junio de ese mismo año.
Con respecto a los pagos, los datos actuales indican una tendencia clara hacia la disminución del coste de las hipotecas debido a las expectativas de una disminución de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Los mercados anticipan hasta seis recortes hasta finales del 2025, lo que dejaría la tasa de referencia por debajo del 3%. Este nuevo ciclo está beneficiando a los clientes con préstamos a interés variable, tales como las hipotecas, pero está perjudicando a aquellos con depósitos o cuentas remuneradas, ya que su rentabilidad también está siendo impactada negativamente.
El Euríbor a 12 meses lleva cinco meses consecutivos mostrando cifras a la baja, que se ubican muy por debajo de su pico más reciente de 4,149% (diario de 4,22%), registrado en septiembre de 2023. A pesar de su rápido incremento, el indicador no ha alcanzado las alturas que vimos durante la crisis financiera de 2008. Ahora, vemos que la caída se aproxima a unos 100 puntos básicos en septiembre, año desde que empezaron las bajadas mes tras mes.
Especialistas están poniendo su mirada en la tasa de descenso del Euríbor, que se mueve al ritmo de 2009, cuando los bancos centrales tomaron acción drástica, bajando sus tasas e inyectando liquidez para estabilizar los mercados y facilitar que los bancos comenzaran a emitir créditos nuevamente después de la crisis de hipotecas de 2007-2008.
En Europa, preocupa una posible situación de estancamiento como la de aquella época, con precios de vivienda en alza. Esto ha provocado una relativa independencia entre el estado de los mercados secundarios y las decisiones tomadas por el BCE. La brecha entre los tipos oficiales (4,25%) y el Euríbor (3,2%) se ha ampliado a 100 puntos básicos, un punto porcentual, lo que no se veía desde 2005.
«Aunque se ha observado un ligero ajuste al alza, el tipo Euribor a 12 meses está considerablemente por debajo de nuestras estimaciones. El BCE parece estar más enfocado en la inflación de la eurozona que en el mercado laboral de los Estados Unidos, el cual sugiere una disminución lenta de las tasas de interés del euro», señala Jan von Gerich, director de análisis de Nordea.
Según las más recientes cifras sobre los precios de consumo en la eurozona, se observa un deterioro acentuado, fijándose a un objetivo del 2% a medio plazo, en contraposición a una desinflación más pausada en los Estados Unidos. A pesar de esto, la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) se mantiene más exigente con una diferencia de 125 puntos básicos (5,5% contra 4,25%) en comparación con el Banco Central Europeo (BCE). El último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio en los Estados Unidos, revelado el miércoles pasado, indicó una subida al 2,9% anual, dando al banco central, dirigido por Jerome Powell, más seguridad para reducir las tasas de interés.
Existen dificultades a superar. Christine Lagarde, presidenta del BCE, advirtió acerca de una «ruta con imprevistos». Un ejemplo de estos obstáculos es el incremento del IPC (2,6%) y la disminución del Producto Interno Bruto en el segundo trimestre. Esto coincide con el ligero aumento de la inflación en julio, un poco mayor de lo anticipado. Sam North, analista de eToro, mencionó que «los datos superaron ligeramente las expectativas, lo cual deja en stand-by una posible reducción de las tasas en la reunión de septiembre del BCE. Aún hay muchas cifras que necesitamos analizar antes de hacer ajustes en la política monetaria».
Por otro lado, los índices anticipados del IFO y ZEW en Alemania, junto con la entrada en recesión técnica de la economía más grande de la eurozona, continúan presionando al BCE para que tome medidas. Frederick Ducrozet, director de análisis macro de Pictet WM, argumentó en un informe reciente que «una desaceleración más marcada en los Estados Unidos puede afectar el comercio exterior y la rectificación del mercado puede endurecer las condiciones financieras e inhibir la recuperación del crédito. Por ahora, nuestras perspectivas de inflación se mantienen y anticipamos dos recortes adicionales del BCE, en septiembre y diciembre, para llevarlos al 3,25%, aunque se podría hacer un corte adicional en octubre».