Los 25 bancos más importantes a nivel mundial reciben una llamada de atención. Según un estudio del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) publicado el miércoles, estas instituciones financieras no están logrando su meta de disminuir la financiación para prácticas que contribuyen activamente al calentamiento global.
Los autores del estudio subrayan que «los bancos no solo están lejos de alcanzar sus objetivos de emisiones netas cero, sino que muchas de sus promesas parecen ser menos ambiciosas de lo que aparentan».
Para los investigadores del WRI, Anderson Lee y Amanda Carter, «muchos bancos carecen de metas significativas en sectores clave o no poseen metas en absoluto».
De acuerdo con ellos, «las metas establecidas no se encuentran en sintonía con el límite de 1.5ºC en el aumento de las temperaturas».
Clientes y beneficios como prioridad
El estudio se realiza en un entorno donde la industria financiera propugna más enfáticamente un modelo de negocio que, arguyen, debería poseer como enfoque central las preferencias de los clientes y la obtención de ganancias. Estos objetivos, como admiten desde los mismos bancos, muchas veces no convergen con la protección climática.
Una parte significativa de la banca situada en la bolsa de valores se alinea con esta perspectiva. En Wall Street se han intensificado las alertas contra el abandono total de los combustibles fósiles. Destacando entre las opiniones que respaldan este punto de vista, se encuentra la del cofundador de KKR Henry Kravis, quien recientemente ha manifestado que los activistas del cambio climático que «desearían eliminar los hidrocarburos oprimiendo un botón» sencillamente «no comprenden la realidad». En una postura similar, se ha pronunciado el CEO de Barclays Pl, CS Venkatakrshnan, quien ha expresado que el mundo «no puede cesar abruptamente el consumo de petróleo y gas».
JP Morgan, una figura destacada en el ámbito financiero, ha echado un balde de agua fría sobre las esperanzas de una banca totalmente comprometida con la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica. Jamie Dimon, el CEO de la firma, ha calificado de «erróneo» e «increíblemente ingenuo» el esperar que se desestimen los proyectos vinculados a los combustibles fósiles. Esto fue confirmado por el líder de otro coloso financiero, Goldman Sachs. Su CEO, David Solomon, ha obervado que la industria del petróleo y gas sigue siendo un sector «sumamente crucial» para su institución bancaria.
Un ambiente político tensionado por las elecciones
De manera simultánea, algunas organizaciones están rompiendo los compromisos de combatir el cambio climático. Esta circunstancia ocurre en medio de una creciente disputa política en Estados Unidos, justo antes de las elecciones de noviembre. La situación ha llevado a los republicanos a amenazar con demandar a las empresas que prioricen las políticas ambientales sobre la rentabilidad, lo que se conoce como deber fiduciario. Esto ha provocado una intensa condena por parte de los activistas climáticos, quienes han respondido intentando influenciar a Wall Street mediante protestas masivas.
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