No es necesario ir al otro lado del globo para hallar escenarios hermosos y casi irreales. Sin movernos de España, tenemos la oportunidad de explorar lugares fascinantes como la playa de Berellín, un lugar secreto en la costa cantábrica, cuya apariencia evoca la lejana Tailandia.
Mar azul y entorno pacífico
La playa de Berellín, a veces referida como playa de Barnejo o de Prellezo, se halla en la costa oeste de Cantabria, muy próxima al pueblo de Prellezo, dentro del municipio de Val de San Vicente.
Este edén terrestre se caracteriza por su impresionante hermosura natural, su agua cristalina y azul y por su ambiente sereno y solitario.
Lo que nos fascina de esta arena es la presencia de impresionantes formaciones cársticas que dan lugar a un paisaje muy similar al de las costas tailandesas. Aquí, grandes peñascos abruptos sobresalen del mar, formando desde acantilados hasta un arco natural, todo ello parcialmente cubierto por vegetación.
De una amplia playa a calas íntimas
Con las mareas altas y bajas, la playa de Berellín se transforma por completo. Cuando la marea desciende, surge una playa de aproximadamente 40 metros de largo y bastante espacio de arena fina. No obstante, cuando sube la marea, se forman diversas calas en los laterales, al pie de los acantilados.
En conclusión, es uno de los lugares más encantadores y románticos de Cantabria, con una concurrencia muy baja especialmente durante la semana. No obstante, es relevante destacar que no cuenta con servicios, aunque sí posee un estacionamiento cercano a una distancia de unos 300 metros.
Cómo llegar a la playa de Berellín
El viaje desde la ciudad de Santander hasta la playa de Berellín es de 45 minutos por la A-8.
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