×

El progenitor de Lamine Yamal fue apuñalado en Mataró

En 1999, una joven llamada Mireia Ortiz tuvo la oportunidad de cantar una canción de Whitney Houston en el popular show «Sorpresa, sorpresa», gracias a Concha Velasco. Mientras Mireia iniciaba la interpretación de «I Will Always Love You», todo el país parecía detenerse.

Inesperadamente, Whitney Houston apareció en escena, dejando a Mireia atónita y a la audiencia de Antena 3 emocionada.

A pesar de su sorpresa, Mireia continuó cantando junto a su ídolo. Ambas se miraban y disfrutaban de la oportunidad única e irrepetible, manteniéndose firmes pese a los nervios.

Luego llegó el climax de la canción: «And I will always love you, I will always love youuuu». En ese instante, las puertas del escenario se abrieron al unísono con el apogeo del himno.

Concha Velasco expresó emocionada lo conmovedor del momento mientras Mireia no podía dejar de mirar a Whitney. Los espectadores también estaban fascinados. Estaba ocurriendo algo que el público no olvidaría en mucho tiempo.

Todos recordamos a Mireia. Todos quedamos impresionados al ver a Whitney aparecer. Todos nos sentíamos orgullosos al ver a artistas internacionales visitando nuestros programas de televisión de alto presupuesto.

El entusiasmo se incrementaba debido a nuestra ignorancia acerca de lo que sucedería en esa televisión libre de adelantos inesperados, donde las sorpresas eran auténticas. No eran fingidas ni despojadas para impulsar la audiencia. Se mantenían las sorpresas como si fueran información gubernamental confidencial, dando lugar a lo genuino, teniendo un mayor impacto. En cualquier noche, podrían aparecer figuras como Whitney Houston, Sophia Loren, o incluso las Spice Girls. O tal vez no apareciera nadie. No era necesario recurrir a trucos de marketing o promociones, sintonizábamos el programa con la expectativa de no saber quién estaría en el set, emocionados por las múltiples posibilidades.

Podía ser la más grande estrella o el aprendiz más inexperto. Y el programa los vinculaba con la fuerza de la admiración que realza la vida. Cómo olvidarlo. Cómo no sentir emoción. La mayoría no recordará el nombre de la niña que cantó con Whitney, pero aún recordamos a esa niña. Su rostro tímido, que en realidad reflejaba el respeto reverencial, fue inolvidable.

Dos décadas más tarde, en 2020, Mireia regresó al mismo set de “Sorpresa, sorpresa” en donde se graba actualmente “La Voz” de Antena 3. Pablo López presionó el botón y la silla roja giró. Mireia, que actualmente vive en Valencia, sigue dedicándose a la música que trasciende la fama televisiva y los audífonos de Spotify. Trabaja, tanto delante como detrás de cámaras, cantando en musicales, circos y eventos. Creando. Se debería seguir creando, incluso si ya has creado uno de los momentos más destacados en la historia de la televisión en España. Con Whitney Houston y, además, Concha Velasco, que nunca fue inferior a Whitney. Nunca lo será.
Comentarios.

Lea También