La Administración de Pedro Sánchez ha expresado su deseo de arbitrar entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela, con el propósito de mediar en la intensa crisis surgida después de las elecciones venezolanas del 28 de julio.
José Manuel Albares, Ministro de Asuntos Exteriores, está trabajando para promover el diálogo entre Maduro y Edmundo González, aspirando a alcanzar una resolución de consenso. Adicionalmente, pretende liderar la Unión Europea en la solicitud de los registros electorales al gobierno de Maduro.
No obstante, la falta de comunicación del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha estado callado durante más de dos semanas después de su papel como observador internacional en las elecciones, está obstaculizando los esfuerzos de Albares. Aunque Albares reconoce el trabajo de Zapatero en Venezuela, enfatiza que su «opinión» es personal.
El Partido Popular ha criticado esta situación, demandando que el ex presidente rompa su silencio antes de finalizar agosto. Este partido acusa tanto a Zapatero como al Gobierno de Sánchez de estar confabulados con Maduro. El silencio de Zapatero es especialmente notable cuando se compara con la actitud de los demás ex líderes del Grupo de Puebla, que se han unido al pedido de transparencia para asegurar que las elecciones fueron justas.
La crisis en Venezuela, que hasta el momento ha resultado en más de 2.400 detenidos y 25 muertos en protestas callejeras según cifras oficiales, ha reactivado el Senado durante algunas horas en pleno agosto. A petición del Partido Popular, Albares se presentó este martes en la comisión de Asuntos Exteriores para informar acerca de la postura del Gobierno hacia la cuestionada victoria de Nicolás Maduro.
A pesar de las exigencias del Partido Popular para reconocer la victoria de Edmundo González, Albares afirmó que su Ministerio apoya la transparencia en el proceso electoral, pero no cortará contacto con el gobierno de Nicolás Maduro, ya que considera que la solución radica en el «diálogo».
El Partido Popular en España está criticando al gobierno de Sánchez, alegando que muestra debilidad y ha establecido una asociación con Zapatero debido a su supuesta complicidad con Maduro. Los políticos de derecha han destacado la involucración de Zapatero en las recientes campañas del PSOE, donde ha desempeñado un papel activo. Además, lo acusan de apoyo y complicidad continua con Maduro, haciendo referencia a su papel de mediador en las elecciones de 2016. El PP le dio a Zapatero un plazo de 15 días para romper su silencio y admitir el supuesto fraude electoral en Venezuela antes de ser convocado a testificar ante el Senado en septiembre.
Para el PP, la falta de pronunciamiento de Zapatero, quien fué supuestamente testigo directo de un golpe de estado en Venezuela, implica una complicidad con el presidente venezolano Nicolás Maduro. Albares, por su parte, elogió el trabajo de Zapatero pero se abstuvo de confirmar si ha mantenido comunicación con él después de las elecciones. En respuesta ante el PP apoyó a Zapatero, insinuando que, a pesar de ser un «ciudadano privado», tiene derecho a sus propias «opiniones». España ha llevado la crisis de Venezuela a discusión en la Unión Europea.
El próximo Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, programado para los días 29 y 30 de agosto, abordará la crisis en Venezuela. La inclusión de este tema en la agenda fue solicitada por el Ministro Albares y destacada durante su presentación en el Senado. Adicionalmente, el Gobierno mantiene constante diálogo tanto con Maduro y la oposición venezolana, como con Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, y con líderes de Brasil, Colombia, México, Chile, República Dominicana, Canadá y Panamá.
Por su parte, el Partido Popular considera que Sánchez y su Gobierno son los principales aliados europeos de Maduro, acusándolos de ignorar el «despotismo democrático» en Venezuela. Por lo tanto, solicitan que España sea la líder en la «iniciación de una transición y un plan de reconocimiento y respeto a los resultados electorales», que según la senadora del PP Alicia García, le dan la victoria a María Corina y Edmundo González, según las copias de más del 80% de las actas publicadas por la oposición en una página de internet.
En cuanto a la posición de España en esta crisis, se ve obstaculizada por el silencio de Zapatero, que resulta problemático para el acercamiento entre el Gobierno y la oposición. Mientras el Gobierno de Sánchez intenta eludir las críticas hacia Zapatero, el Partido Popular solicita una desautorización al expresidente y también cuestiona su legitimidad como exmandatario.
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