La propuesta es tan atractiva que ya ha despertado un gran furor en las redes sociales tras la publicación del avance: «La emboscada», orquestada por M. Night Shyamalan, relata una ingeniosa estrategia policial para capturar a un asesino en serie.
Cooper, interpretado por Josh Hartnett, es un asesino en serie conocido como el Carnicero, que un día decide llevar a su hija Riley, a cargo de Ariel Donoghue, a un concierto de su cantante preferida, Lady Raven. Esta última es interpretada por Saleka Shyamalan, la hija del director y también artista pop en la vida real, pero esto no es lo más sorprendente de la película.
Sin embargo, resulta que el concierto en realidad es una emboscada preparada por las autoridades.
Fue en la escena de uno de los crímenes del Carnicero donde se encontró el comprobante de una entrada para un próximo concierto de Saleka, lo cual puso a la policía en su rastro. Por lo tanto, «La emboscada» de Shyamalan relata los esfuerzos de este asesino en serie para evadir a sus perseguidores durante el concierto de Lady Raven: una premisa sumamente irresistible, aunque como el propio Shyamalan ha admitido, no es 100% original. La inspiración proviene de la Operación Flagship, un operativo policial que tuvo lugar el 15 de diciembre de 1985 en Washington D.C. Recientemente, Shyamalan mencionó esta operación en una entrevista en BBC News.
Cuando era niño, escuché una historia que me pareció totalmente increíble. Se trataba de malhechores, del FBI y de la policía. Los agentes se vestían como cheerleaders y mascotas, bailaban y actuaban de forma tonta con ellos. Les ordenaban ‘¡entren al cuarto!’ y luego verificaban sus nombres y se aseguraban de que eran las personas adecuadas, y se situaban alrededor de ellos y les informaban ‘todos ustedes están detenidos’. No obstante, la Operación Flagship tiene diferencias significativas con lo que Shyamalan ha expuesto en La trampa. Inicialmente, perseguía a varios criminales, y no lo hacía en un concierto de pop.
La trampa original
Contrariamente, la policía de Washington estaba tras la pista de más de 3000 fugitivos, y la táctica no era un concierto, sino un juego de los Washington Redskins. La policía los atrajo con una rifa falsa en la que les habían garantizado que podrían ganar entradas para un próximo partido de fútbol americano, además de un viaje con todos los gastos pagados a la Super Bowl. De esos 3000 fugitivos, solo se presentaron 119, pero la operación fue exitosa y todos ellos fueron detenidos en un escenario que habían preparado para simular los estudios de una cadena de televisión.
El juego comenzaría a la 1 de la tarde, y los ganadores de la rifa podrían recibir entradas dobles por la mañana, proporcionando un autobús para ellos. La trampa fue tan efectiva que, una vez que los 119 criminales fueron detenidos, se escuchó a alguien preguntar «¿pero aún podremos ir al juego?». Toby Roche, jefe de los US Marshalls a cargo de la operación, se había hecho pasar por asistente del evento, y años más tarde reveló algunos detalles para un documental de 2016 sobre la Operación Flagship («operación buque insignia»).
En la terminología criminal, un «ganador verificado» se refería a un sujeto buscado, mientras que un «doble ganador» era alguien con un historial de crímenes violentos, como asalto, asesinato o robo. Los sospechosos buscados eran advertidos por teléfono, que si no canjeaban sus boletos y presentaban identificación, el premio sería concedido a otra persona. Las palabras resonaron con ellos, creyendo para sí mismos, «no van a dar mi ticket para los Redskin, yo estaré ese día».
Algunos oficiales se vistieron como porristas para poder aproximarse sigilosamente a los fugitivos para revisar si portaban armas. Los criminales, divididos en grupos de cinco, fueron arrestados de manera organizada. «Tuvimos la fortuna de hacer presencia en el mismo lugar que 119 personas buscadas. En vez de asistir al juego, su destino fue la prisión de Washington», comentó Toby Roche, uno de los oficiales involucrados, no pudiendo ocultar su diversión.
La Operación Flagship fue tan fructífera que generó referencias en varias obras audiovisuales, incluso antes de Shyamalan. En la película de 1989 «Melodía de Seducción» protagonizada por Al Pacino, los oficiales arrestaban a criminales ofreciéndoles tickets para los New York Yankees. En 1997, en un episodio de Los Simpson titulado «Lisa la Escéptica», veíamos cómo Homer era atraído a la comisaría con la promesa de una lancha motora, solo para terminar pagando multas pendientes.
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