Para aquellos que aman la belleza salvaje de la naturaleza, el Principado de Asturias ofrece una variedad de opciones para disfrutar y entretenerse, con rutas diversas que presentan vistas verdaderamente impresionantes. Entre las más destacadas se encuentra la ruta del Cares, cuyo encanto reside en los Picos de Europa y que cada año convoca a miles de turistas provenientes de todas partes del mundo, ganándose un lugar como uno de los lugares más visitados en la región.
Anclada entre Asturias y León, esta ruta es un emblema de la Península Ibérica por su majestuosidad natural. Es una senda que atraviesa el abismo de la Garganta del Cares, uniendo los puebles de Poncebos en Asturias y Caín en León, a lo largo de unos 12 kilómetros transitables únicamente a pie.
¿Cómo comienza y finaliza la ruta del Cares?
El trayecto ofrece una riqueza natural sin igual, con vistas al río Cares, impenetrables acantilados y bosques de robles y hayas. Se divide en dos partes, la primera con camino de Poncebos a Caín es más desafiante, con muchas curvas y pendientes empinadas, mientras que la segunda parte, desde Caín a Poncebos, es más fácil y accesible para todos. Este escapada de ensueño puede realizarse en cualquier época del año y es una experiencia única que vale la pena vivir al menos una vez.
Este es el origen de la Ruta del Cares.
La Ruta del Cares, una obra de ingeniería construida a mediados de los años 40, fue diseñada inicialmente para permitir a los trabajadores de la central hidroeléctrica de Camarmeña acceder a los canales de agua que llegan hasta la presa de Caín. Estos canales fueron edificados entre 1916 y 1921. Posteriormente, esta ruta fue utilizada para el mantenimiento de la central hidroeléctrica y el transporte de mercancías. No fue hasta los años 80 cuando se abrió al público como un camino de senderismo.
La Ruta del Cares, esculpida en la roca a 60 metros de altura sobre el río Cares, requirió la labor de más de 45 trabajadores para su construcción. Su compleja orografía ha llevado a que sea conocida como la Garganta Divina. Los viajeros deben cruzar puentes y atravesar decenas de túneles en su recorrido.
Este camino no es circular, lo que significa que debes regresar por la misma ruta que viniste, pudiendo iniciar en Poncebos o en Caín, en ambos lugares hay un área pequeña para poder aparcar tu coche. Si decides comenzar en Asturias, te enfrentarás a una leve inclinación de 2 kilómetros al principiar, algo que aunque simple, puede resultar fatigoso. Empezar en Caín reduce las pendientes.
La ruta completa es de 24 kilómetros, con un tiempo medio de recorrido de unas 6 horas y 15 minutos. La dificultad en general es media-baja, al ser baja en un 85% y alcanzar una altitud máxima de 525 metros.
Algunos prefieren hacer solo la mitad de la ruta, mientras que otros optan por realizarla entera. Sin importar tu decisión, seguramente será una experiencia de senderismo inolvidable.
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