Con la introducción de ChatGPT, la inteligencia artificial (IA) se ha infiltrado en nuestra vida cotidiana, facilitando la automatización, la generación de imágenes, la redacción de textos, la realización de búsquedas, la simulación de voces y hasta la respuesta a preguntas médicas, entre otras capacidades.
La idea de regular la IA es un asunto espinoso y la pregunta persistente es, ¿qué ocurriría si los humanos fracasamos en regularla y cuándo se convertiría en una amenaza real? Michael Garrett, un académico y radioastrónomo de la Universidad de Manchester y director del Jodrell Bank Centre for Astrophysics, ha expresado sus pensamientos sobre si la IA tiene el potencial de llevarnos a nuestra perdición.
¿La IA podría terminar con la humanidad?
Garrett exploró este tópico en un artículo publicado en Universe Today. Destacó que la IA, en sus propias palabras, es incomparable con la mente y la sabiduría humana porque los humanos somos capaces de realizar tareas que la IA no puede.
Recordó cómo los ordenadores, una vez considerados incapaces de realizar ciertas tareas, las realizan ahora con fácil naturaleza. Continuando con este patrón de evolución, prevé la posibilidad de que en uno o dos siglos, la IA pueda superar la inteligencia humana y pueda volverse contra nosotros.
Pero también quiso subrayar que el potencial de la IA depende de cuánto estamos dispuestos a invertir en ella. Si no alimentamos su crecimiento y evolución, no crecerá ni evolucionará. Por lo tanto, si la IA llega a ser dominante, la responsabilidad recaerá única y exclusivamente en sus creadores, los humanos.
No se puede refutar que esta tecnología ha proporcionado progresos y remedios enormemente beneficiosos en numerosos campos como la salud, la tecnología y el sector empresarial. En términos de cómo facilita la vida diaria de las personas en varias tareas, entre muchas otras cosas, es indiscutible. En otras palabras, la inteligencia artificial ofrece numerosos y significativos beneficios para la humanidad. Sin embargo, también se usa para propósitos dañinos, ya que es una herramienta extremadamente poderosa.