El descuido en el cuidado de la higiene del frigorífico puede dar lugar a malos olores. Este artefacto es esencial en nuestros hogares, ya que es donde almacenamos la comida que posteriormente consumimos.
Varias cosas pueden provocar los olores desagradables y la proliferación de bacterias y moho, algo comúnmente causado por alimentos que llevan mucho tiempo sin consumir en su interior, residuos de líquidos derramados que no se han limpiado correctamente o simplemente por no ajustar adecuadamente la temperatura en función del clima.
Sin embargo, si esto ocurre, una táctica fácil y barata que puede ayudar en la eliminación de los molestos olores es el uso de un corcho sencillo, ya sea reciclado de una botella de vino o uno sin usar.
¿Cómo actúa?
El corcho proviene de la corteza del alcornoque, un árbol que se encuentra en gran medida en el Mediterráneo.
Es un elemento ligero, resistente, impermeable y muy poroso, lo que implica que tiene un alto número de pequeños huecos en su superficie. Estos huecos son perfectamente aptos para absorber la humedad del aire y los olores del frigorífico.
Para poner esto en práctica, tan solo necesitaremos colocar el corcho en una balda del frigorífico. Se puede dejar entero o dividirse en dos o tres partes más pequeñas para ubicarlo en lugares diferentes. Normalmente, bastará con un par de horas para deshacernos de los olores desagradables.
Para mantener este ambiente fresco, es aconsejable renovar el corcho cada dos o tres semanas.
Consejos adicionales
El uso del corcho para absorber olores desagradables debería ser un añadido a las tareas de limpieza, no una solución total, pues el mantenimiento regular del frigorífico es el mejor método para prevenir estos olores. Esta limpieza debe abarcar estantes y cajones, usando un trapo húmedo y jabón neutro al menos una vez por semana.
Es esencial eliminar cualquier alimento descompuesto o vencido, ya que estos son los principales responsables por los olores desagradables en la nevera. Los alimentos sin protección pueden absorber los olores de otros; por lo tanto, se aconseja usar contenedores sellados o envolturas de plástico para proteger los alimentos que se almacenan en la nevera. Además, no se deben introducir platos con sobras de comida directamente en el refrigerador.
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