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El resultado de España: una desilusión absoluta con un toque de infortunio

La luz de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha puesto nuevamente en evidencia el talento de los deportistas españoles en todas las especialidades. Han tenido la ocasión de brillar, recibir el apoyo como nunca antes de toda la nación, y además, de mostrarse ante el público y formar parte de los hogares españoles.

No obstante, solo una deportista ha conseguido obtener la presea dorada: Águeda Marqués.

La oriunda de Segovia impactó tanto a los seguidores del deporte como a los que no lo son con su primera reseña tras la competición. Su análisis jocoso y agotado atrajo a todos los que tuvieron la fortuna de apreciar su amabilidad y alegría repentina.

Desde aquel momento, Águeda se ha transformado en un ícono de estos juegos y en una de las grandes revelaciones.

Después de la caída inicial, superó la repesca y luego, sin prestar atención al cronómetro tras terminar visiblemente agotada, avanzó hacia una final que ella misma no presagiaba.

Se viralizaron todas sus entrevistas, al igual que el fragmento de video que evidenció su gran espíritu de equipo al emocionarse con el relato de una compañera. Águeda ha encarnado el espíritu olímpico como ninguna otra, fue evidentemente destinada para esto, para aparecer y hacer presencia en su primera participación en los juegos olímpicos.

Nacida en Segovia en 1999 (25 años), Águeda experimentó con variedad de deportes desde su infancia: esquí, equitación, escalada… y el atletismo, donde rápidamente sobresalió y comenzó a ganar competencias antes de darse cuenta de lo que significaba. Pronto fue descubierto su talento, fue contratada por un club y entrenada por los mejores técnicos, que con paciencia, perfeccionaron su forma hasta llegar al magno evento en París.

Tras culminar sus estudios de bachillerato, intentó abrirse camino en Estados Unidos, pero no consiguió adaptarse al competitivo mundo del deporte universitario. Águeda, una persona sencilla, abierta y hogareña, escogió regresar y se dispuso a esforzarse para alcanzar metas que solo había osado soñar.

Marcar 4:04.58 en el meeting de Vallehermoso resultó en un llanto afligido al faltarle solamente ocho centésimas para garantizar su participación en los Juegos Olímpicos de París, ya que el tiempo requerido era de 4:04.50. El video de su abrumadora tristeza se popularizó y dio pie al gran capítulo de su vida.

En cuestión de una semana y durante el campeonato de España, logró el segundo mejor tiempo personal con 4:03.90, ganándose la medalla de plata y su pase a París. Aunque no obtuvo una medalla en esta ciudad, ganó el cariño de todos en España y estableció su mejor marca personal con 4:00.31 durante la final.

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