Categorías: Crónica
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12 agosto, 2024 8:21 am

El descontrol de la diabetes en verano es influenciado por el calor, esto es cómo ocurre

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Durante el verano en España, los episodios de calor pueden resultar en un incremento en el peligro de deshidratación para quienes sufren de diabetes. Esto ocurre principalmente porque se altera la manera en que el cuerpo maneja la insulina. Por tanto, para este grupo de individuos es primordial monitorear los niveles de glucosa con mayor frecuencia.

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De esta manera, será más sencillo ajustar la dosis de insulina y planificar las comidas para mantener el equilibrio adecuado, de acuerdo a las instrucciones de la Federación Española de Diabetes.
Abbott resalta la utilidad de los sistemas de monitorización flash de glucosa en estos casos, ya que permiten un seguimiento constante de los niveles de azúcar, facilitando la toma de decisiones informadas.

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La meta en la época de verano es poner en práctica las medidas necesarias para prevenir el desequilibrio glucémico asociado a los golpes de calor.

Golpes de calor en diabéticos
Los golpes de calor ocurren cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente hasta alcanzar los 40 grados, debido a la temperatura ambiental. Las personas con diabetes suelen tener más dificultades para regular la temperatura de su cuerpo, y pueden experimentar síntomas tales como dolores de cabeza, sed intensa, debilidad muscular, náuseas y vómitos, cambios de humor, sudoración excesiva, piel fría y húmeda cuando están expuestas a un incremento repentino de calor. Otros efectos pueden ser hemorragias nasales, pérdida de la conciencia y, en casos extremos, la muerte.
Para prevenir los efectos adversos de los golpes de calor, estas personas deben seguir ciertas recomendaciones. Las más destacadas son evitar la exposición solar durante las horas de mayor radiación solar (12:00 – 17:00) y mantenerse correctamente hidratados, principalmente con agua.
Advertencia: el alcohol deshidrata.

Es recomendable limitar al máximo el consumo de bebidas que contengan alcohol y azúcar, ya que pueden provocar deshidratación. Su ingesta en exceso puede resultar perjudicial para personas que padecen de diabetes.

En cuanto al vestuario, se deben tomar ciertas medidas preventivas: utilizar ropa ligera, que sea permeable y de colores suaves, ya que estos reflejan el calor en lugar de absorberlo. La actividad física es vital, sin embargo, debe realizarse durante las horas más frescas del día.

Si se presenta un golpe de calor, es crucial ubicarse en un lugar sombreado, preferentemente fresco y calmado, donde se pueda mojar la ropa y la cabeza con pañuelos húmedos. Es fundamental mantener la cabeza elevada y consumir agua fresca en pequeñas dosis para evitar atragantamientos. Si la situación no mejora en pocos minutos: es imprescindible llamar al 112.

Estas son las explicaciones por las que el calor impacta de manera más intensa en personas con diabetes.

Es una realidad que las personas con diabetes, ya sea tipo 1 o 2, experimentan el calor de manera más intensa en comparación con el resto de la población. Pero, ¿a qué se debe esto? Especialistas de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades nos brindan las razones.

Algunas complicaciones de la diabetes, como el daño en los vasos sanguíneos y nervios, pueden afectar las glándulas sudoríparas, de modo que el cuerpo no puede enfriarse con la misma efectividad. Esto puede conducir a un agotamiento por calor y a un golpe de calor, situaciones que requieren atención médica emergente.

Las personas con diabetes suelen deshidratarse (perder más agua de lo habitual) con mayor agilidad. No consumir la cantidad adecuada de líquidos puede incrementar el nivel de azúcar en la sangre, lo cual puede resultar en un aumento de la micción y, como consecuencia, deshidratación. Algunos fármacos comunes, como los diuréticos (usados normalmente para tratar la hipertensión), pueden también provocar deshidratación.

Ser precavido con los recursos para la gestión diabetes

En días de mucho calor, aquellos con este padecimiento crónico deben ser especialmente prudentes con sus instrumentos y medicamentos empleados para gestionar la diabetes.

No deberías guardar la insulina ni los fármacos orales para la diabetes en un lugar donde estén expuestos directamente al sol, ni dejarlos por mucho tiempo en el vehículo. Es importante revisar la información en su envoltorio sobre cómo el calor puede afectar la insulina y otros medicamentos.

Si estás de viaje, resguarda la insulina y otros medicamentos para la diabetes en un cooler con hielo, pero evita el contacto directo de la insulina con el hielo o una bolsa de gel frío.

El calor puede también dañar el medidor de glucosa en sangre, la bomba de insulina y otros aparatos para la diabetes. Nunca los dejes en un vehículo caliente, cerca de la piscina, bajo el sol directo o en la playa. Esto aplica también para los productos como las tiras de prueba.

No significa que no debes tener tus medicamentos y suministros para la diabetes al alcance, al contrario, son esenciales para controlar los niveles frecuentemente. Solo debes asegurarte de resguardar del calor tus utensilios para la diabetes y disfrutar de las vacaciones.

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