En el sector de la restauración, igual que en cualquier otro trabajo, existen contingencias inesperadas que pueden alterar los horarios normales del negocio. Por esta razón, es crucial tratar a los empleados con comprensión para evitar conflictos tan intensos como el que ocurrió en una pizzería en Barcelona.
Todo se precipitó cuando un consumidor calificó de manera muy negativa el negocio a través de Google. «Dice que abren los lunes de 18:00 a 23:00. Son las 19:30 y aún no está abierto. No hay anuncios en Instagram, ni carteles en la entrada.
Nada», se podía leer en la captura de pantalla que Soy camarero compartió en TikTok.
Lo que desconocía el cliente es que el propietario del establecimiento acababa de afrontar una trágica pérdida. Así que, al leer el comentario, no titubeó al responder: «Lamento mucho que mi abuela falleciera a las 2:00 de la madrugada, y tener que trabajar y viajar desde Granada en un solo día sin descanso».
«Reposa tranquilo, mi abuela no volverá a morir. Saludos y gracias por un comentario tan edificante», concluía la respuesta del dueño del negocio. Evidentemente, sus palabras desataron un acalorado debate.
Algunos sostienen que el cliente «no tenía por qué saber que la abuela había fallecido», mientras que otros defienden que eso no justifica una mala calificación: «No, pero podría haber esperado hasta el día siguiente para preguntar. O preguntar directamente. No califiques ni dejes comentarios sin conocer toda la historia».
«Si el dueño no tuvo tiempo de pasar por el negocio y dejar un cartel, es comprensible, ya que en esos momentos, trabajar es lo último que tienes en mente», comenta alguien en apoyo al dueño del establecimiento. Comentarios.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
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