La Agencia Tributaria, a través de su Servicio de Vigilancia Aduanera y en asociación con la Policía Nacional, ha desmantelado un laboratorio ilícito de cocaína en Valladolid este sábado. Este laboratorio secretamente producía y distribuía cocaína a diferentes partes de España usando coches con compartimentos ocultos.
En un comunicado de prensa emitido por los Ministerios de Hacienda e Interior, se informó que se llevaron a cabo cuatro incautaciones en la denominada ‘Operación Cigales’, donde se requisaron más de 12 kilos de cocaína, 40 kilos de procaína y 400 litros de líquidos precursores.
Además, se encontraron más de 90.000 euros en efectivo, seis coches y una gran cantidad de utensilios utilizados para la fabricación y distribución de la droga. Se ha detenido a dos hombres y se les acusa de ser miembros de una organización criminal y de tráfico de drogas.
Los Ministerios revelaron que la investigación comenzó en mayo, cuando se descubrió que una organización criminal con base en Valladolid presuntamente se dedicaba a la producción y manipulación de cocaína. Como resultado de las pesquisas, los funcionarios descubrieron que la organización poseía un centro de logística en una pequeña localidad de Valladolid, que era considerado el corazón de su actividad ilegal.
En este sitio, establecieron un laboratorio para cambiar y extraer cocaína del cual un líder dirigía sus acciones. Luego almacenaban el narcótico ya refinado, a la espera de su envío. Los oficiales corroboraron que el procedimiento usado por el grupo involucraba conseguir cocaína y moverla hasta el laboratorio clandestino, excelentemente equipado y acondicionado. En el sitio, el narcótico era combinado con sustancias químicas para acrecentar su volumen y de esta manera sus ganancias ilícitas. Finalmente, se dividía en partes para ser enviada por todas las regiones del país a pedido. Para la distribución del narcótico a los consumidores tenían automóviles con espacios escondidos construidos para ocultar la droga y así hacer las entregas de manera segura.
Transportistas
La operación llegó a su fin cuando los oficiales detectaron a un transportista perteneciente al grupo delictivo moviéndose a Madrid para comprar, y luego mover hasta el laboratorio en Valladolid, una gran cantidad de sustancias químicas para la preparación de la cocaína.
En el instante de su captura, los oficiales descubrieron que el grupo delictivo tenía medidas de seguridad tecnológica, con el objetivo de saber en tiempo real la ubicación exacta del transportista durante su travesía.
El resto de los integrantes del grupo, después de conocer que el conductor había sido aprehendido, trataron de camuflar la droga en los espacios escondidos de los coches. Uno de ellos pudo ser arrestado en Valladolid y la droga fue finalmente hallada por los investigadores en los cuatro registros que se llevaron a cabo.
Finalmente, la operación concluyó con el arresto de dos hombres como posibles autores de los delitos de pertenencia a un grupo delictivo y tráfico de drogas. Después de ser presentados ante el juez, se ordenó su inmediato encarcelamiento.
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