Sara Carbonero ha demostrado ser una personalidad generosa y compasiva en múltiples ocasiones. Recientemente, la reportera se unió a UNICEF en un viaje a Panamá para explorar la región de Darién, donde miles de familias atraviesan trágicamente la selva buscando un mejor futuro.
Este viaje, sin embargo, revivió un período turbulento en su vida, incluida una pérdida personal.
El viaje fue desafiante tanto a nivel físico como emocional, según Carbonero. Compartió en sus redes sociales que estaban trabajando a un ritmo acelerado para preparar reportajes y videos para narrar su experiencia en la selva de Darién, cruzando el peligroso río Tuqueza y su estancia en Bajo Chiquito, que describió como «un infierno».
De igual modo, recordó cómo por «circunstancias de la vida» no había podido regresar a realizar trabajos en representación de UNICEF, aún tenía dudas de si podría volver a hacerlo alguna vez. Admitió que no poder viajar le causó «una profunda tristeza». El retorno, por tanto, lo califica como «un desafío personal».
La periodista declara sentirse agradecida por tener la oportunidad de vivir todas estas experiencias y contribuir a la causa. Mientras, destacó que esta es una aventura que le recuerda que está «viva, alerta, con los ojos bien abiertos y consciente». Carbonero fue diagnosticada con cáncer de ovario en el 2019, periodo en el que no pudo viajar, lo que apunta a la difícil etapa que tuvo que superar.
«Recién me topé con un término que se origina del latín: ‘Meliorismo'» desveló la comunicadora en su post de Instagram, donde tiene más de 3,5 millones de seguidores. Asimismo, ilustró que el ‘Meliorismo’ representa «la conviccción de que somos capaces de inducir una transformación positiva y perfeccionar el mundo mediante acciones de amor, ingenio, empatía y amabilidad».
Deceso de un ser querido
Sara Carbonero, a más de rememorar etapas complicadas de su enfermedad y a transitar una de las rutas más peligrosas del mundo repleta de familias en dolor, ha tenido que enfrentar en su viaje el fallecimiento de un ser apreciado durante su residencia en Panamá. «La única gente que realmente me importa es aquella que está desquiciada, la gente obsesionada con vivir, con comunicarse, con su supervivencia», destaca en su adiós en las redes sociales.
La comunicadora favorita son las personas «que tiene ansias de todo al mismo tiempo, las que nunca bostezan o hablan de temas trillados, sino que arden, arden como fabulosos cohetes amarillos que explotan como arañas entre las estrellas y luego se ve estallar una luz azul y todo el mundo exclama un ¡¡¡Ahh!!». «Nunca, nunca serás olvidado. Será extremadamente duro vivir sin ti. ¡Qué dolor tan maldito! ¡Qué injusto…!» se lamenta la periodista.
Después de este duro golpe a miles de kilómetros, Carbonero resalta que las estrellas «brillan más intensamente que nunca». Los últimos años de la presentadora han estado signados por dificultades, en los últimos meses ha compartido fotos en sus redes mientras estaba en un hospital, pese a que por el momento no se conocen más detalles.
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