En España, los veranos están llenos de comidas al exterior, lo que nos lleva directamente a nuestras queridas barbacoas. Las parrillas se multiplican en sintonía con el clima agradable. La fiesta comienza desde la misma preparación del fuego hasta el punto en que empezamos a añadir comida en las brasas, recordándonos que estamos en un merecido descanso.
La comida tiene un sabor especial cuando se toma al aire libre, y para ello el verano es ideal. La parrilla puede ser la protagonista de cualquier reunión y admite una amplia variedad de ingredientes: chorizos, panceta, chuletas, salchichas e incluso patatas asadas.
Las carnes suelen ser las más populares, pero también se puede explorar cocinando verduras, hortalizas y, en particular, sardinas en las brasas. Aparte de ello, también se puede probar la «marbacoa», una opción elaborada principalmente con pescados y mariscos.
¿Hay más opciones? Sí, la fruta. Algunas interactúan muy bien con el calor de las brasas, como la piña. Cocinarla en la parrilla hace que su sabor se intensifique.
Para ello, simplemente debes pelarla y dividirla a la mitad verticalmente. A continuación, se debe eliminar la mitad del tallo y, por último, cortar la pulpa en rodajas de alrededor de un centímetro y medio. Además, la piña ayuda a facilitar la digestión.
La piña es rica en bromelina, una enzima que interviene beneficiosamente en el proceso de digestión facilitando la descomposición de las proteínas. Esto permite que los nutrientes de las proteínas sean mejor asimilados, mejorando así la digestión. La piña también presenta propiedades diuréticas y antiinflamatorias, contribuye a la reducción de la presión arterial y atrasa el envejecimiento celular gracias a sus efectos antioxidantes. Su contribución a la absorción de hierro la convierte en una opción ideal para personas con anemia, tal como lo respalda la Fundación Española de Nutrición (FEN). Además, es un excelente suministro de vitamina C y yodo.
La piña se puede disfrutar de varias maneras, y sugerimos que pruebes su versión marinada. Algunas opciones de marinado incluyen solo canela; una mezcla de azúcar moreno, canela, jengibre, nuez moscada, clavo y ron; o azúcar, canela y aceite de oliva virgen extra. También puedes probar una mezcla de azúcar caramelizado, el zumo de piña y zumo de lima. Cocina esta mezcla hasta que se obtenga un caramelo de color marrón, luego mézclalo con mantequilla fría. Este preparado se utiliza para barnizar la piña antes de asarla. Otra variante implica marinarla con miel, aceite de oliva virgen extra (AOVE) y queso rallado, una idea que podría atraer a aquellos que disfrutan de la pizza hawaiana.
Si estás interesado(a) en recibir más sugerencias culinarias, te invitamos a suscribirte a nuestra newsletter.
¡Déjanos tus comentarios!