En compañía de Josep Rull, líder del Parlament, y con una audiencia de más de 2.000 personas, Carles Puigdemont ha vuelto a aparecer este jueves luego de permanecer más de siete años prófugo en España, con el mensaje «estamos aquí aún porque no tenemos derecho a retractarnos».
Durante su breve discurso, el jefe de Junts dijo que del plebiscito de 2017 surgió una «represión intensa» y que «el derecho a determinación propia le corresponde a la gente de los pueblos.» Además, él aseveró: «Algunos hoy quieren festejar mi detención, pero no debemos sorprendernos.
Organizar un referéndum no es ni será jamás considerado un delito». Minutos más tarde desapareció a través de la multitud, en las puertas del Parlament, sin ser arrestado.
Pero, ¿quién tiene la responsabilidad de detener al ex-presidente?
El debate de investidura de Salvador Illa empezaría en el Parlamento justo mientras la ansiedad aumentaba en las calles sobre el paradero de Puigdemont: los Mossos d’Esquadra tuvieron que disipar con gas lacrimógeno a un conjunto de protestantes que intentaban entrar al Parque de la Ciutadella. Al mismo tiempo, los Mossos también iniciaron la operación Jaula, con controles en diferentes rutas de salida desde Barcelona, con el objetivo de encontrar y evitar una nueva fuga de Carles Puigdemont.
No obstante, se han dado críticas acerbas a la gestión de los Mossos y al Ministerio del Interior por no haber detenido a Carles Puigdemont en cuanto este llegó a Barcelona y por permitirle pronunciar un discurso a los independentistas, el cual probablemente siguió con una nueva huída.
Josep Rull ya había prevenido que no autorizaría la entrada de los mossos o de policías para arrestar a Puigdemont, destacando que «como líder, haré lo que esté en mi mano para evitar que un miembro del parlamento sea arrestado en pleno cumplimiento de sus deberes, dado que la inmunidad del Parlament es una prerrogativa que va más allá del marco puramente regulatorio. Es un lugar sagrado». Comentarios