El recipiente de comida, conocido en España como táper, fiambrera o tartera, proporciona una manera de almacenar y mantener la comida casera sin que pierda sus nutrientes. Estos envases han sido tradicionalmente utilizados como un método eficaz para guardar la comida de forma segura a largo plazo.
Es crucial guardar los alimentos en el refrigerador lo más rápido posible. Particularmente, la comida no debe dejarse a temperatura ambiente durante más de dos horas, y ni siquiera una hora si la temperatura supera los 30 grados en verano, ya que el riesgo de proliferación bacteriana aumenta.
En cuanto a la selección de tapers, los redondos ofrecen una mejor calidad de sellado y eliminan de manera eficiente el aire intern residual, aunque los más comunes suelen ser los cuadrados o rectangulares. Al llenar los recipientes, es importante asegurarse de que están bien cerrados, separados de otros alimentos, especialmente los crudos, y no deben quedarse en la nevera más de tres días.
Respecto a los olores, es común que los recipientes de comida emitan un olor intenso, lo cual es bastante desagradable. Sin embargo, existe un truco efectivo para eliminar dicho aroma. Consiste en rellenar el recipiente con papel de periódico arrugado y dejarlo cerrado durante un par de días. Pasadas 48 horas, el olor habrá desaparecido. Entonces, sólo queda lavar el recipiente.
¿Recipientes de vidrio o de plástico?
Aunque parezcan menos resistentes, los recipientes de vidrio se presentan como la opción más favorable para guardar alimentos: mantienen apropiadamente su frescura y sabor auténtico. Sin embargo, se enfrentan a la posibilidad de estallar en el congelador (donde la temperatura puede alcanzar hasta -30º) o tras su descongelación.
Los recipientes de plástico, por su parte, destacan por su flexibilidad y eficiencia de espacio, siendo muy versátiles para el almacenaje de alimentos. No obstante, dicho material podría alterar el gusto de los comestibles o, si se usan recipientes improvisados (fabricados de plástico no diseñado para tal función), podrían liberar compuestos dañinos.
Es importante recordar que un tupper auténtico debería tener marcada en su exterior (en la base) una copa y un tenedor. Esta seña muestra que es apropiado para contener alimentos. Aunque normalmente los tuppers de plástico están libres de bisphenol A, o BPA, el calor y el transcurso del tiempo pueden hacer que liberen ftalatos, disruptores endocrinos perjudiciales para nuestra salud. El recipiente de vidrio resalta como la mejor elección, y si es de forma redonda, aún mejor (es más seguro).
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