Tras siete años de exilio, Carles Puigdemont efectuó un regreso a España que fue seguido de inmediato por otra escapada. Luego de dar un discurso en el Arco del Triunfo en la capital catalana, el ex mandatario esquivó las precauciones de seguridad para evadir la orden de arresto que surgió con su partida.
Hasta el momento, se sabe que dos Mossos fueron arrestados por suponerse que colaboraron con Puigdemont para potenciar su evasión.
Uno de los Mossos que supuestamente prestó su vehículo para la fuga del exlíder catalán, ha iniciado una disputa a su detención utilizando el procedimiento del «habeas corpus» en un tribunal de instrucción.
Específicamente, el agente solicitó que se cancelase su arresto y que se le otorgara la libertad bajo el argumento de que su detención era «ilegal y arbitraria», estrategia que también empleará el segundo Mosso detenido.
El habeas corpus es un derecho disponible para los casos en que los arrestados creen que su detención es injustificada. Esta petición implica que el arrestado sea llevado directamente al juzgado de guardia más cercano. Dicho juzgado tendría que revisar el caso en un lapso de 24 horas y tomar una decisión sobre la validez de la detención. Si no se identifican razones suficientes para el arresto, el juez debe liberar al detenido.
En vista de esto, si el juez acepta los argumentos del Mosso, será liberado. Por otro lado, si el magistrado encuentra evidencia de un delito (en este caso, la supuesta colaboración en la fuga de Puigdemont), se validaría la detención. Vale recordar que sobre Puigdemont pesa una orden de detención del Tribunal Supremo.
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