Una de las inquietudes fundamentales tanto para los conductores en España como para la Dirección General de Tráfico (DGT) es la seguridad vial. Un estudio realizado por el programa global de valoración de vías, iRAP, se centró en esta problemática del país, desvelando cifras alarmantes respecto a los accidentes ocurridos en las carreteras españolas entre 2020 y 2022.
Según el informe, en el que colaboró la Fundación RACE, la N-323 en Andalucía, que es la vieja vía que une Bailén (Jaén) con Motril (Granada), se identificó como la más peligrosa.
El informe examinó en detalle 1.395 áreas de carreteras, abarcando más de 25.100 km, y registró 2.987 siniestros durante el periodo analizado, de los cuales 982 resultaron en muertes y 2.005 en heridas graves.
En total, se contaron 1.096 personas fallecidas y 2.616 con lesiones severas. Se encontró que la mayor parte de las áreas (81,6%) representan un riesgo bajo o medio-bajo, un 9,6% poseen un riesgo medio y el 8,8% restante se categoriza como riesgo medio-alto o alto.
La parte de la N-323, entre los kilómetros 172,5 y 190,3, fue identificada como la más riesgosa de España. En este tramo se documentaron cinco accidentes con heridas serias y uno mortal durante los tres años de estudio. Con un índice de peligrosidad de 119,9, este tramo se destaca como el más peligroso del país. Como lo resalta la Fundación RACE, «de los 50 tramos con riesgo alto, donde se han registrado 224 siniestros letales con 74 muertes y 199 heridos graves, ocho son considerados los más riesgosos».
Aquellas secciones que se clasifican como de alto riesgo suelen tener características comunes, tales como: una sola vía, intersecciones a nivel, carreteras tradicionales y una Intensidad Media Diaria (IMD) inferior a 10.000 vehículos. A parte del peligro en la N-323, también se han destacado secciones riesgosas en la N-631 en Castilla y León, la N-345 en Murcia, la N-432 en Andalucía, la N-502 en Castilla y León, la N-634 en Cantabria, la N-340 en la Comunidad Valenciana y la N-642 en Galicia.
Consejos para una conducción segura
Para reducir al mínimo la probabilidad de accidentes, profesionales en la materia sugieren adoptar una conducción anticipativa, es decir, prever posibles peligros, conservar una velocidad apropiada y estar siempre listo para frenar o evitar incidentes inesperados. «Practica una conducción defensiva para prevenir en la medida de lo posible los accidentos y peligros en la carretera», remarca la Fundación RACE.
El estudio realizado por iRAP subraya la importancia de continuar esforzándonos en mejorar la seguridad vial en España, especialmente en aquellas secciones señaladas como de alto riesgo, como la N-323 en Andalucía.
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