La propagación del Virus del Nilo Occidental está afectando principalmente a España, destacando Andalucía como el área más golpeada. Recientemente, este brote cobró su primera víctima del año en Dos Hermanas, Sevilla. Se trata de una mujer de 71 años con antecedentes de enfermedades graves que fue internada el 5 de julio en el hospital Virgen de Valme.
El 5 de agosto, el departamento de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía confirmaba nueve casos más de esta infección, distribuidos en Los Palacios y Villafranca, Dos Hermanas, Coria del Río, y La Puebla del Río. Cinco municipios adicionales también reportaron la aparición del virus: Almensilla, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación y Utrera pertenecientes a la provincia de Sevilla, y Montalbán en la provincia de Córdoba.
El Virus del Nilo Occidental, también conocido como Fiebre del Nilo Occidental, es una zoonosis transmitida por ciertas cepas de mosquitos. El ciclo de vida del virus implica su transmisión de mosquito a ave y viceversa, incluso permitiendo la transmisión transovárica de la madre al huevo y de ahí a la próxima generación de mosquitos. Pero, ¿cuál es el papel de los seres humanos y équidos en este ciclo? Según el Ministerio de Sanidad, son considerados huéspedes finales, lo que significa que no contribuyen a la diseminación de la enfermedad. Por otro lado, las aves actúan como reservorio del virus manteniéndolo activo, incluso en ausencia de síntomas, lo que facilita su propagación.
Los humanos y los équidos son considerados como anfitriones finales del virus, lo que significa que no propagan la enfermedad.
¿Cómo se transmite el virus del Nilo?
La transmisión ocurre principalmente por medio de la mordedura de mosquitos, mayormente del género Culex, específicamente Culex pipiens. Sin embargo, es posible que otros artrópodos también jueguen un papel en la transmisión, aunque en menor grado. Se han encontrado garrapatas, moscas y piojos infectados con el virus. «La mayoría de las infecciones humanas ocurren por esta vía», señala el Ministerio.
«Un alto porcentaje de infecciones por el virus del Nilo Occidental son asintomáticas (80%). Si se manifiestan sintomáticamente, la manifestación más grave de la infección es una encefalitis que afecta tanto a humanos como a caballos».
El virus del Nilo Occidental es actualmente el arbovirus más prevalente en el mundo, presente en todos los continentes, exceptuando la Antártida. «En años recientes, el virus ha emergido en la forma de brotes epidémicos con una gran cantidad de casos serios en regiones templadas de Europa y Norteamérica, convirtiéndose en una amenaza emergente de salud pública y animal en estas áreas», resalta el Ministerio.
¿Cuáles son los síntomas del virus del Nilo?
La mayoría de las infecciones (aproximadamente 80%) son asintomáticas.
Leves: En cerca del 20% de los casos, los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, náuseas, vómitos, inflamación de los ganglios linfáticos y erupciones en la piel.
En casos relativamente raros, menos del 1%, la infección puede provocar afecciones neurológicas severas, como pueden ser meningitis o encefalitis. Algunos síntomas notables incluyen fiebre elevada, rigidez en la nuca, confusión, convulsiones, debilidad muscular, pérdida de la vista, adormecimiento y parálisis, e incluso en ocasiones puede resultar en la muerte.
¿Cómo se encuentra la situación en España?
La enfermedad es endémica en España actualmente, debido a las condiciones propicias que presenta el país para la proliferación y circulación del virus causante de la fiebre del Nilo Occidental. Entre el periodo de 2010 y 2016, se identificó el linaje 1 del mencionado virus tanto en aves como en diversas granjas equinas ubicadas en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León.
Durante el mes de octubre de 2017, se detectó por primera vez en España el linaje 2 del virus en un azor común en la provincia de Lérida, según lo expone el informe epidemiológico de la situación de la Fiebre del Nilo Occidental.
El Ministerio de Sanidad también ha indicado que los datos epidemiológicos y moleculares sugieren que la entrada del virus del Nilo Occidental a la región del Mediterráneo occidental se debe probablemente a aves migratorias. «Los aislamientos del virus del Nilo Occidental, identificados en España entre 2007 y 2016, se agrupan en al menos dos conjuntos dentro del grupo de aislados del oeste mediterráneo (Wmed-1 y Wmed-2), de los cuales el conjunto Wmed-2, responsable de los primeros aislados en el país, parece haber desaparecido, al menos de nuestras fronteras, al no encontrarse agrupada en él ninguna secuencia posterior a 2008». Comentarios