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Esta época de verano, si planeas lucir tus zapatos nuevos, aquí te dejamos un método antiguo de las abuelitas para prevenir las molestas rozaduras

Con la llegada del verano, nos deshacemos de nuestras botas y zapatillas para disfrutar de la comodidad de las sandalias. Sin embargo, este cambio de calzado a menudo viene acompañado de las molestas rozaduras que suelen aparecer durante los primeros días de uso.

Afortunadamente, existen algunas tácticas fáciles de implementar en nuestra vida cotidiana que pueden prevenir esta incomodidad.

Si has experimentado rozaduras anteriormente, sabrás que si no son tratadas o prevenidas a tiempo, podrían transformarse en dolorosas ampollas que hacen imposible el uso de cualquier tipo de zapato.

Para evitar estos problemas durante el estreno de tus nuevos zapatos de verano, sigue estos consejos.

Primero, asegúrate de comprar el zapato adecuado para tu talla. A veces nos probamos un número menos pensando que eventualmente se van a estirar, pero esto no es cierto y un zapato muy pequeño puede causarte mucho dolor. Además, nuestros pies, que sostienen todo nuestro peso, a menudo son ignorados en nuestras rutinas de belleza. Un método simple para cuidarlos y mantenerlos en buen estado es aplicar crema hidratante diariamente.

Un antiguo consejo de nuestras abuelas para prevenir las rozaduras en verano es usar la clásica crema Nivea, la que viene en el emblemático frasco azul. Aplica un poco de la crema en tus manos y luego úntala en el interior del zapato para suavizarlo. Si sientes que no has aplicado suficiente, puedes repetir el proceso. Por el contrario, si has aplicado demasiado, puedes usar una toalla de papel para eliminar el exceso.

Una solución eficaz para suavizar tus zapatos es confiárselos a un zapatero para que los coloque en las hormas especiales disponibles en su tienda durante un día. Este método solo amplía el ancho del zapato y no cambia su talla.

Evita que tus nuevos zapatos se transformen en trampas dolorosas
Por lo general, uno podría pensar que los zapatos nuevos, tiernos y cómodos, no causarán ninguna molestia o rozadura al usarlos por primera vez en verano. Sin embargo, las probabilidades de que esto ocurra son mínimas, ya que cuando los pruebas en la tienda, solo los usas durante unos minutos y luego los usas todo el día. Hasta el zapato más cómodo puede convertirse en una trampa para tus pies el día que lo usas por primera vez, así que considera los siguientes consejos para evitar el sufrimiento.
Estos son además consejos útiles para cuando te pones tus sandalias o alpargatas del año pasado por primera vez, ya que podrían volver a causarte rozaduras en los mismos lugares que lo hicieron 12 meses atrás. Ten en cuenta que la transpiración y la temperatura alta no facilitan la adaptación del pie.

1. Usa medias o calcetines pequeños (pikis) cuando uses un zapato cerrado por primera vez. Especialmente, no olvides estos accesorios cuando te pongas ese par de zapatos atractivos por primera vez para exhibirlos en uno de los tantos eventos que ocurren en esta época del año.
2. Vaselina. Este producto puede ser tu mejor amigo para prevenir las rozaduras en la parte trasera del pie y en los dedos. Se recomienda aplicar vaselina en estas áreas críticas antes de calzarte los zapatos.
3. Tiritas. Siempre ten a mano tiritas en caso de que empieces a sentir dolor en tus pies en cualquier momento.
4. Talco. Aplicar un poco de este producto en los pies antes de calzarte los zapatos puede ayudar a reducir la sudoración.

5. Usa productos específicos para combatir las rozaduras. Estos son generalmente cremas o barritas que debes frotar en las áreas de tus pies más susceptibles a las incómodas rozaduras.

Si una ampolla ya ha aparecido y ha estallado, no debes aplicar vaselina sobre ella ni utilizar un vendaje específico para tratarla.

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