El lunes pasado, Ramón Pomares puso en contacto con el programa «En boca de todos» tras recibir la decisión judicial, exactamente un año después de sufrir un asalto que resultó en un cráneo fracturado y la perdida de 25 euros.
Hasta hace dos años, Ramón era un hostelero llevando una vida normal, pero todo cambió una noche cuando salió a fumar fuera de un bar. Fue entonces cuando dos individuos le exigieron su teléfono móvil y su riñonera. Jamás pensó Ramón que su negativa resultaría en una paliza brutal.
Tras pasar 23 días en estado de coma y ocho meses de hospitalización, Ramón se encuentra ahora confinado a vivir en una silla de ruedas para el resto de su vida, prometiendo «luchar por mi hijo». El responsable principal del asalto ha sido sentenciado a una pena de cárcel de diez años, mientras que su cómplice solo recibió una condena de dos años, que no exigirá tiempo en prisión, una pena que Ramón considera «insuficiente. Han arruinado mi vida, esos dos bastardos».
Ramón también destacó que su aparición inicial en «En boca de todos» llamó la atención del ministerio de Asuntos Sociales, quienes intervinieron para resolver su caso. «Me otorgaron una pensión para vivir decentemente. Sobrevivo gracias a esta pensión hasta que reciba la compensación”, mencionó.