El «cometa del siglo», un gigantesco cuerpo espacial descubierto en 2023 originario de la Nube de Oort, promete un espectáculo visual desde nuestro planeta. Dejará tras sí una cola majestuosa, superando el fulgor de muchas estrellas universales, visible sin necesidad de algún instrumento óptico desde el suelo terráqueo.
¿Cuándo ofrecerá su espectáculo?
Por ahora, apenas resulta visible situándose más allá de la órbita de Júpiter, únicamente a través de telescopios con alta potencia. Sin embargo, en los meses venideros, cuando se encuentre más cerca de la Tierra y el Sol, su luminosidad se incrementará de forma dramática.
Se pronostica que llegará a su perihelio, el punto más próximo al sol, el 27 de septiembre del presente año, a una distancia de 58 millones de kilómetros. Su acercamiento más significativo a la Tierra sucederá el 12 de octubre de 2024, con una separación de tan solo 51 millones de kilómetros. Según las proyecciones, será fácilmente observable en esa fecha, teniendo una magnitud de 0,5.
Acercándose al Sol
Después de transitar junto al Sol — a una distancia comparable a la órbita de Mercurio — la masa de hielo y polvo del C/2023 A3 se calentará significativamente. A medida que las partículas de hielo se evaporen, serán expulsadas rápidamente al espacio exterior, llevando consigo un gran volumen de polvo que formará una cola intensamente luminosa y extensa.
De acuerdo a un estudio reciente de Zdenek Sekanina, astrónomo líder, existen evidencias que indican que el cometa «ha entrado a una etapa avanzada de fragmentación».
No obstante, es plausible que C/2023 A3 se desintegre al aproximarse hacia el Sol debido al incremento de temperatura y la sublimación de su contenido helado, lo que cambiaría radicalmente su aspecto visual.
Independientemente del futuro que le aguarda al cometa, cuando llegue ese momento, simplemente habrá que observar el firmamento para descifrar la trayectoria de este asombroso fenómeno espacial que no se reproducirá hasta pasados 26.000 años.
Observaciones.