El acuerdo entre ERC y PSC ha generado numerosos comentarios, ya que este incluye un ‘cupo catalán’, el cual otorgaría autonomía fiscal al gobierno de Cataluña, es decir, al gobierno que podría estar liderado por Salvador Illa si los jóvenes de la JERC no interfieren en su nombramiento, algo poco probable.
Sin embargo, este pacto sigue dependiendo de la aprobación del Congreso, lo cual también parece muy poco probable.
Discutamos cada aspecto de este acuerdo, desde los detalles formales hasta las implicaciones políticas. Comenzando por el final, no hay que preocuparse.
Tanto el PSC como el PSOE han jugado sus bazas al proporcionar a los ex-independentistas de ERC una propuesta fiscal. Los hechos hablan por sí solos, si han apoyado a Pedro Sánchez y a Salvador Illa, quienes impulsaron y aprobaron el artículo 155 que tanto conflictos generó, su estatus independentista se cuestiona.
Segundo, si no se apuesta por un modelo federal, como está haciendo el PSOE, ¿qué otra propuesta existe para Cataluña? ¿El independentismo? ¿El estancamiento? Este pacto destaca varios puntos: los socialistas tienen que hacer concesiones para poder gobernar, los independentistas de ERC deben reducir sus expectativas para salir del estancamiento, y actualmente la opción media es el estancamiento, lo que no conduce a ningún avance. La falta de una propuesta de modelo de gobierno para Cataluña corresponde al PP, aunque por el momento no hay señales de ello.
Las mismas dificultades internas con las que el PSOE actualmente se enfrenta, presentes en Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias y Aragón, son las que el PP no osa afrontar al establecer su propio modelo para sus comunidades autónomas. El PSOE se expone a la fragmentación, un precio que seguro tendrá que pagar. Esa posible fragmentación es la misma que mantiene al PP en un modelo demasiado cauteloso, un modelo que, si se propusiera, sería exitoso, ya que estaría más allá del estancamiento, debajo de la independencia, más allá del desarrollo autonómico y por debajo del federalismo, a través de la ruta directa de la cesión y el acuerdo electoral. Esto es, lo que la mayoría de los catalanes desea.
El valor del PSOE a cualquier costo, les proporcionará un gobierno y muchos problemas. El estancamiento no ha generado beneficios, y la actitud cautelosa del PP no es de ayuda. Por lo tanto, aquellos que creen que es necesario tomar acciones para prevenir el chantaje independentista deben sugerir algo más que simplemente un «no a la independencia» o «no al chantaje», es decir, deben proponer un «sí a Cataluña» o «sí a un modelo propio que sea compatible con otras comunidades».
Dicho esto, y con el respeto y cariño que le tengo a todos mis amigos en ERC, sus acciones solo los entierran más. El voto independentista ya tiene en Carles Puigdemont un partido útil. El PSC ha conseguido beneficios momentáneos y muchas incertidumbres para el futuro, pero el PSOE ha demostrado que no le afecta cambiar de opiniones. ¿La razón? Porque no existe una alternativa de modelo en Cataluña que no sea conseguir algo, aunque sea de manera abrupta, a la Pedro.
Junts ha comprendido de repente que ERC los ha engañado, y que las disputas anteriores entre ellos forjaron este acuerdo entre republicanos y socialistas. Ahora se dan cuenta de que su voto ya no tiene relevancia si no hay nuevas elecciones y si derrocan a Pedro, serán percibidos como niños resentidos porque fueron ignorados y ERC fue favorecido.
El PP ha entendido que aumentar en votos no es suficiente si no tienen un modelo propio para negociar. El modelo que se necesita es aquel que pueda ir más allá del sistema autonómico actual pero que sea menos que la independencia, y ellos son los únicos que pueden proponerlo. Sin embargo, temen las luchas internas y no se atreven. Observamos que la presencia de un PP centrado y propositivo es indispensable en Cataluña. Si el PP tuviera un modelo para Cataluña, podría gobernar por siempre.
Los Comuns se mantienen vivos en sus últimos latidos, claro está, lo harán en automóvil oficial y acompañados por seguridad, para estar cómodos en estos últimos días. El PSC continuará consolidando su poder a nivel municipal, todos deberán esperar los nuevos acuerdos a partir de septiembre.
Los interrogantes actuales son. ¿Qué decidirán los socialistas insatisfechos? Seguramente, se apegarán a la ley del voto como lo han hecho hasta ahora; mucho escándalo, pero en realidad, nada sustancial. ¿Cuál será la acción de Puigdemont? Probablemente, provocará un caos al amenazar la integridad del gobierno central y su propia estabilidad. En cuanto a ERC, ¿qué harán? Tienen que lidiar con la pérdida de votos y participantes, lo que los obliga a mantenerse firmes hasta las futuras elecciones, posiblemente en el Ayuntamiento de Barcelona, donde podrían refugiarse detrás de Collboni. ¿Qué hará el PP? Mi deseo es que puedan comprender la necesidad de Cataluña de tener su propio modelo, y no utilizarlo solamente para ganar votos en España criticando el independentismo. Es crucial entender que un discurso para ganar en Cataluña es esencial, no para el futuro, sino para ahora.
Por cierto, si en un momento Pedro negó la amnistía y luego la concedió, o negó el financiamiento propio y después lo prometió. Estos constantes cambios de postura y mentiras, mejor las llamamos por su verdadero nombre. Pero esto se permite porque PNV, CC, ERC, Junts y otros partidos menores no tienen otra alternativa atractiva en vista y por lo tanto, no ven ninguna razón para juzgar sus falsedades. Es por esto que PSC y ERC hacen tratos y todo sigue igual porque al otro lado del río no hay otra opción aparte de la inmovilidad.
Este artículo está dedicado a mis amigos de ERC, PSC, Junts y PP. A todos, no se lo tomen a personal. Si leen con atención, encontrarán varios mensajes ocultos. Ahora, la decisión está en sus manos.
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