×

Lee y Biles experimentaron desafortunadas caídas durante la final de barra, lo cual las excluyó de la posibilidad de obtener una medalla

Dada la emergencia del cambio climático y la disminución de los recursos hídricos, es imperativo que ajustemos nuestros patios y jardines a las realidades climáticas presentes y futuras. La creación de un jardín xerófito, diseñado específicamente para el clima español, es una opción responsable y ecológica.

Este tipo de jardín está formado por plantas que necesitan escasa agua y están aclimatadas para sobrevivir en zonas áridas o semiáridas. Las plantas nativas del clima mediterráneo son ideales para estos jardines, ya que han evolucionado para resistir prolongados períodos de sequía.

Elegir árboles como los mencionados a continuación, arbustos tales como la lavanda, plantas trepadoras como la vid, y en general, plantas de interior y exterior que estén adaptadas a climas secos, son decisiones adecuadas para crear un entorno verde resistente y sostenible.

El laurel (Laurus nobilis), un árbol nativo de la región mediterránea, puede crecer hasta 10 metros de altura. Es conocido por sus hojas aromáticas que son comúnmente usadas en la gastronomía. Este árbol florece en suelos bien drenados y necesita abundante luz solar. Aunque puede tolerar parte de la sombra, su desarrollo óptimo se da en zonas con pleno sol.

Una vez bien establecido, el laurel es resistente a la sequía, aunque durante sus primeros dos años necesita riego regular hasta que sus raíces estén completamente desarrolladas, momento a partir del cual puede ser ignorado y dejar de regarlo. Además, es un árbol muy versátil que puede crecer tanto en macetas como en el suelo, y puede ser podado para mantener su forma y tamaño.

Otro excelente candidato es el olivo (Olea europaea), un símbolo emblemático del paisaje mediterráneo que puede llegar a crecer hasta 15 metros de altura, aunque su crecimiento es muy lento. Este árbol es extremadamente resistente a condiciones de sequía severa y puede sobrevivir en entornos muy áridos. Necesita suelos con buen drenaje y mucha luz solar para prosperar.

El olivo es un árbol que crece lentamente, pero puede alcanzar una edad de cientos de años. Se destaca tanto por su resistencia como por su belleza decorativa y su capacidad para producir aceitunas.

El algarrobo, o Ceratonia siliqua, es una especie arbórea que crece rápidamente y es altamente resistente a la sequía, por lo que se adapta perfectamente a climas áridos. Su altura puede variar entre 6 y 12 metros. Los frutos del algarrobo, las algarrobas, tienen múltiples usos, incluso en la fabricación de diferentes recetas domésticas que van desde flanes hasta chocolates. Este árbol puede crecer en áreas con suelos pobres y bien drenados y no necesita gran mantenimiento. También se adapta bien a suelos arenosos o rocosos y soporta la salinidad, por lo que es la elección perfecta para zonas costeras. No necesita riego adicional y requiere de mucha luz solar para prosperar.

Quercus ilex, o encina, es un árbol característico de la península ibérica apreciado por su resistencia y longevidad. Puede crecer hasta los 20 metros de altura y posee una extraordinaria resistencia a la sequía, lo que le hace ideal para jardines en zonas secas. Prefiere suelos bien drenados y calcáreos, y aunque puede sobrevivir en suelos ácidos, se da mejor en condiciones más alcalinas. Necesita mucha luz solar para su desarrollo adecuado, lo que le permite ser una opción sostenible y duradera en el ámbito paisajístico mediterráneo.

Por último, el almendro, Prunus dulcis, se considera como un árbol frutal de secano en la tradición española. Sus dimensiones oscilan entre los 3 y 5 metros de altura. Se destaca por sus flores, de tonos blancos o rosados, que suelen aparecer hacia finales del invierno.

Para florecer, el almendro necesita mucha luz solar y terrenos con buen drenaje. Este árbol no sólo se adapta al clima común de España y aporta una belleza paisajística, sino que igualmente nos brinda almendras, ofreciéndonos un beneficio económico y culinario.

Lea También