Este sábado, Juan Carlos, el rey emérito, celebra su cuarto año desde que dejó España para establecer su hogar en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, sin ningún indicio de un plan para volver y poner fin a la situación anómala de su ‘exilio’ en esa región del Golfo.
A punto de cumplir 87 años en el próximo 5 de enero, don Juan Carlos ha vuelto a hacer visitas a España, todas con propósitos personales o familiares, pero su posición institucional después de casi cuatro décadas como monarca de España sigue siendo una incógnita.
Su primer regreso a España tuvo lugar en mayo de 2022, dos meses después de que el Tribunal Supremo cerrara una investigación sobre sus presuntas irregularidades fiscales y donaciones recibidas. Desde ese día, el rey emérito ha estado de vuelta en territorio español doce veces desde que envió una carta a Felipe VI expresando su deseo de alargar su estancia en Emiratos Árabes Unidos. La mayoría de estas visitas han sido a Sanxenxo, en Pontevedra, donde se divierte navegando en el Bribón y pasando tiempo con sus amigos de la vela, mientras se aloja en casa de Pedro Campos.
Se espera que su próxima visita sea la última semana de septiembre, una estancia que se prolongará cerca de dos semanas debido a una competencia de regatas programada a nivel nacional y el campeonato europeo de la clase 6 metros, que se desarrollará entre el 1 y el 5 de octubre. Durante este campeonato, el Bribón defenderá su título y es posible que sea la última competencia internacional en la que participe el rey Juan Carlos.
Existe la posibilidad de que el 3 de octubre, él se encuentre muy cerca de Felipe VI, si éste asiste al Foro La Toja, como ha sido su costumbre en los años recientes, y de la princesa Leonor, que se encuentra realizando su formación en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, aunque es poco probable que lleguen a verse.
Don Juan Carlos ha estado presente en diferentes reuniones junto a su progenie en múltiples celebraciones familiares, celebradas en lugares que van desde España hasta Londres y Atenas. Estas apariciones han favorecido a aliviar la tensión existente entre padre e hijo. El último de estos encuentros tuvo lugar inesperadamente en el aeropuerto de Vitoria el 14 de mayo pasado, permitiendo un intercambio de saludos y un diálogo breve. Además ha efectuado tres visitas a la Zarzuela, aunque continúa la prohibición de pasar la noche en dicho lugar, su hogar durante más de cincuenta años.
Una noticia reciente para Juan Carlos I fue el cambio de líder de la Casa Real en febrero pasado, cuando el diplomático Camilo Villarino tomó el lugar de Jaime Alfonsín, una figura esencial en el proceso que culminó con la salida del rey emérito de España. Villarino, como una de sus primeras acciones, contactó telefónicamente a don Juan Carlos, que continúa siendo componente de la familia real, pero sin remuneración monetaria, con la intención de presentarse y expresar su disponibilidad para mantener una línea de comunicación vigente. En varias de sus visitas a España, él aprovecha para efectuar chequeos médicos en Vitoria.
Don Juan Carlos se encuentra perfectamente bien tanto mental como físicamente, según comentarios de personas cercanas. Menor peso corpóreo y constante ejercicio físico con su especialista de rehabilitación le han dado mayor agilidad en comparación a su estado en el 2020. Para supervisar su estado de salud, nuestro rey emérito ha llevado por más de doce meses un anillo de inteligencia en el dedo medio de su mano izquierda que registra signos vitales tales como su ritmo cardíaco.
En adición a su vida en Abu Dabi, Juan Carlos I ha aumentado la frecuencia de sus viajes a Ginebra (Suiza), donde la Infanta Cristina aún reside, y también hizo una corta parada en Lisboa para ver a su hermana, la Infanta Margarita, durante su último viaje a España.
