La Guardia Civil de Madrid, a través de su Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), ha dado inicio a una investigación contra cuatro individuos, a quienes se les atribuye la responsabilidad del incendio iniciado el miércoles por la tarde en una propiedad situada en Loeches, una localidad madrileña, según ha comunicado este jueves un representante de la Comandancia de Madrid.
Seprona ha concluido tras sus investigaciones que el fuego fue producto de una «negligencia grave», ya que las personas bajo investigación estaban operando «maquinaria pesada agrícola». En específico, el origen del incendio habría sido una chispa emitida por una cosechadora que se encontraba trabajando en la finca, que produjo las primeras llamas, propagándose velozmente debido a la sequía del suelo.
Ante el fuego, los encargados de la cosechadora y el propietario de la finca intentaron extinguir las llamas por sus medios, lo cual resultó infructuoso. En consecuencia, notificaron de inmediato a las autoridades. Los hombres, con edades comprendidas entre 37 y 50 años, son ahora acusados de un delito de negligencia grave.
A pesar de estar bajo control, el incendio que comenzó el miércoles por la tarde en una zona de pastizales en Loeches aún no ha sido completamente extinguido. Durante una ardua noche de esfuerzos por extinguir las llamas, los bomberos ordenaron la evacuación de 60 personas de 15 hogares y tres propiedades cercanas, según ha reportado la Guardia Civil.
El fuego, cuyo origen y condiciones todavía son inciertos, se activó alrededor de las 14.15h de este miércoles desde la zona de Arganda del Rey y se fue acercando progresivamente a Loeches. Su rápida propagación a lo largo de muchas hectáreas de pastizales condujo a la Comunidad de Madrid a declarar la situación operativa 2 del Plan Especial de Protección Civil de Emergencia del Infoma (en una escala de 0 a 3) dada la expansión de las llamas.
Según un vocero del servicio de emergencia 112 de la Comunidad de Madrid, la operatividad de luchar contra las llamas se ha reducido a nivel 0 a partir de aproximadamente las 00.30h del jueves pasado. A pesar de esto, la zona afectada sigue enmarcada y las acciones de control continúan. En esta fase, inmediatamente antes de la extinción total, los equipos de rescate trabajan intensamente en controlar el fuego, y los sistemas de detección siguen siendo vitales para garantizar la seguridad.
Se tuvieron que tomar medidas drásticas, como el desalojo, incendios controlados y cierre de carreteras. Previo a estas tempranas horas, el inspector de bomberos de la Comunidad de Madrid, Javier Guijarro, indicó que el fuego estaba «casi subyugado», sin embargo, todavía tenía que contenerse el lateral derecho donde la vegetación es más densa. La complicación principal para la extinción del fuego ha sido el viento, obligando al desalojo de varias propiedades y tres granjas.
A pesar de que los edificios no han sufrido daños, algunas cercas de jardín de las villas y algunos vehículos sufrieron algún perjuicio. Además de casas y granjas, se realizó la evacuación de una perrera, requiriendo el removimiento de los animales.
El tráfico en seis carreteras, incluyendo la M-217 (Velilla de San Antonio – Loeches), M-219 (Loeches – Guadalajara) y M-300 (Arganda del Rey – Loeches), tuvo que ser interrumpido. A pesar de estas molestias, no fue necesario brindar ningún tipo de atención médica.
Los residentes de Loeches han estado experimentando «mucho temor y angustia».
Antonio Theodori, quién lidera la alcaldía, informó la pasada noche del miércoles que se ha logrado contener el incendio más cercano a las residencias. Theodori mostró gratitud hacia los habitantes por su actitud modélica y les solicitó que se mantengan atentos a las indicaciones de las autoridades que aún se encuentran patrullando la localidad.
María Luisa, residente de la zona próxima al incendio, compartió con EFE su vívida experiencia. Describió cómo, al ver las llamas desde su casa, tomó de la mano a sus nietos y abandonó su hogar, para enfrentarse a una calle llena de un humo tan denso que obstruía la visión. Tras ser desalojada de su edificio, el más próximo al incendio, por casi dos horas, pudo regresar a una casa sin daños. «Fue una experiencia aterradora y perturbadora», dijo a una de sus vecinas, quien tuvo que recurrir a su manguera personal para extinguir un árbol en llamas junto a su hogar.
Varios residentes de la cercana Casa de la Juventud de Loeches, donde se estableció el control de seguridad, se reunieron al finalizar la tarde del miércoles con otros habitantes para discutir la situación. Entre ellos se encontraban Virginia y su familia, a quienes los bomberos les solicitaron que permanecieran en su hogar hasta que el fuego fuera sofocado.
El esfuerzo por extinguir el incendio contó con alrededor de 30 recursos – 6 aéreos y 21 terrestres, incluyendo a Bomberos, Agentes Forestales y Brigadas Forestales de la Comunidad de Madrid. Adicionalmente, se solicitó al gobierno español el envío de otros 3 medios aéreos (1 BRIF y 2 FOCAS). Estos equipos trabajaron durante toda la noche con el objetivo de establecer un perímetro seguro alrededor del incendio para evitar que se reactive.
El SUMMA 112, la Protección Civil, la Cruz Roja, el Equipo de Respuesta Logística Inmediata de Voluntarios de Protección Civil (Erive) perteneciente a la Comunidad de Madrid, la Policía Local y la Guardia Civil, se movilizaron hasta el sitio. Desde el Instituto Armado, se hace eco de la activación del Plan Especial de Protección Civil por Emergencia de Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA), que está en un nivel de alto riesgo de incendio. Este protocolo incluye la prohibición del uso de ciertos tipos de maquinaria agrícola que pueden provocar deflagraciones, chispazos o corrientazos. Asimismo, los Agentes Forestales están investigando lo acontecido. Comentarios