La inicial selección de las maravillas del mundo fue desarrollada por los griegos entre los primeros y segundos siglos antes del tiempo actual, sirviendo como guía de sitios turísticos a explorar por aquellos que aventuraran por el Mediterráneo y Oriente Medio.
A medida que los visitantes helenísticos descubrían novedosas culturas, la lista se iba transformando. Este registro, atribuido a Heródoto y Calímaco, se halla en el Museo de Alejandría.
Posteriormente, se generaron múltiples listados de las siete maravillas del mundo en diversas etapas históricas, como la Edad Moderna y el Imperio Romano, cada uno con sus propias preferencias.
En el año 2007, una firma privada llevó a cabo un evento para escoger las recientes maravillas del mundo, tras lo cual se han surgido variadas ediciones tituladas las ‘siete maravillas’ por distintas entidades internacionales.
Las siete nuevas maravillas del mundo fueron seleccionadas por New Open World Corporation, una compañía privada del empresario suizo Bernard Weber. Inspirados por las siete maravillas antiguas, propusieron actualizar el listado con monumentos más modernos.
Se inició el procedimiento con una extensa lista de posibles candidatas creadas por el equipo de Weber. En este listado se permitió la inclusión de cualquier edificación humana hasta el año 2000, siempre y cuando todavía estuviera en pie. Mediante la página web del concurso, se permitió al público elegir a sus preferidas. Esta lista se fue reduciendo primero a 21 finalistas de las cuales se eligieron las 7 ganadoras por medio de cien millones de votaciones públicas realizadas online y por mensajes de texto.
Además, fue un acto honorable considerar la Gran Pirámide de Guiza como la octava maravilla, dada su singularidad como la única estructura aún en pie que también fue incluida en las listas antiguas hace más de 2.000 años. Las siete maravillas nuevas seleccionadas en este concurso fueron reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012.
Desde aquel momento, no se ha elaborado otra lista que haya logrado la fama de la que creó el empresario suizo hace 17 años. Esto plantea la pregunta de cuándo la sociedad sentirá la necesidad de actualizar de nuevo la lista de las siete maravillas del mundo moderno.
Comentarios.