Durante el último año, se presentaron 3.704.675 casos de infracciones por sobrepasar el límite de velocidad en toda España, lo que representa prácticamente dos tercios de las multas de tráfico impuestas en 2022, según datos proporcionados por la AEA (Automovilistas Europeos Asociados).
Esto marcó un aumento del 21% en comparación con el año anterior.
De todas las regiones, Madrid tiene el cuestionable título de recibir la mayor cantidad de multas en relación a su red completa de carreteras, logrando 158 infracciones por kilómetro (esto incluye multas no solo de radares, sino de todas las categorías).
En la totalidad del territorio capitalino, en relación al sobrepaso de velocidad, los radares ‘detectaron’ 303.186 violaciones, con un aumento del 36% en comparación con 2021.
De esta cifra, 260.545 son multas impugnadas gracias a radares fijos, un 46% más que el año previo, mientras que las penalizaciones ‘capturadas’ por cinemómetros móviles bajaron un 4,65%, para quedar en 42.641. Sin embargo, hay un control de velocidad específico en la región de Madrid que hizo mucho más daño a los infractores que los otros.
Es un cinemómetro ubicado en la A-5, también conocida como la Autovía del Suroeste, y se encuentra cerca del Paseo de Extremadura (región de la que antiguamente tomaba su nombre la carretera). Este control de velocidad, situado en la zona de Batán, entre los kilómetros 4 y 5.7 de esta carretera, fue instalado por la DGT en 2019.
Durante el año anterior, un cinemómetro capturó un total de 72.652 violaciones de límite de velocidad, las cuales hicieron que la Administración acumulara 5.676.450 euros. El límite permitido era de 70 km/h en ese tramo de la autovía, convirtiendo a este cinemómetro en el dispositivo que más multas impone no solo en la A-5, sino en toda Madrid.
Este cinemómetro se encuentra entre los 14 que están ubicados a lo largo de la Autovía de Extremadura, y que recorren cuatro provincias: Badajoz, Cáceres, Madrid y Toledo. Al igual que el cinemómetro de la A-6, su detección puede ser difícil.
El cinemómetro en la A-5 está estratégicamente ubicado a la salida de los túneles de la M-30, con tres carriles acelerados y uno de deceleración. Muchos conductores están bajo la falsa impresión de que el límite de velocidad de 70 km/h solo se aplica dentro de los túneles, pero la realidad es que aún fuera de los túneles, se debe respetar ese límite.
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