La Policía Nacional cree que el menor de 17 años hallado muerto en un vertedero de Toledo murió por asfixia en un contenedor o en un cubo.
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El menor hallado muerto en el vertedero de Toledo falleció por asfixia. La Policía sospecha que perdió la vida tras dormir en un cubo o en un contenedor.
El menor hallado muerto en el vertedero de Toledo
La Policía Nacional cree que el menor de 17 años que desapareció junto a su primo el pasado día 10 de diciembre murió por asfixia en un contenedor o en un cubo.
Falleció, piensan, mientras dormían en su interior en el municipio de Toledo. Esa es la principal línea de investigación de los agentes tras los resultados preliminares de la autopsia. Esta señala que el joven no presentaba signos de violencia. El pasado jueves 15 de diciembre estaba a las 16.00 horas en un vertedero de residuos de Toledo.
Encontraron allí el cuerpo sin vida de una persona joven, en la cinta transportadora. Tenía el deterioro propio del tratamiento de residuos y tenía magulladuras. Nadie creyó que podría tratarse del joven de 17 años desaparecido junto a su primo. En este miércoles 21 de diciembre confirmaron su identidad tras el cotejo de las huellas dactilares y el ADN.
Fernando y Ángel fueron vistos el pasado día 10 de diciembre
La autopsia realizada al cuerpo ha concluido que el menor murió por asfixia. Además, no ha encontrado traumatismos o heridas de arma blanca que hubieran provocado la muerte del adolescente. Por ello explican el menor pudo morir de forma accidental. Fernando y Ángel fueron vistos el pasado día 10 de diciembre saliendo de un hipermercado en Carabanchel tras comprar un bocadillo. Mientras, el padre de uno de ellos estaba en una lavandería muy próxima. Esa misma noche una cámara de seguridad grabó a los dos menores saliendo de la estación de autobuses de Toledo. Luego, varias personas los vieron caminando por la ciudad para ir a visitar a una amiga de Fernando.
La búsqueda en el vertedero de Ángel Fernández
Una de las hipótesis es que esa noche buscasen algún techo en algún contenedor o en algún cubo de la calle. Quizás pudieron prender fuego y mientras dormían liberaron alguna sustancia tóxica que les impidió respirar. Siguiendo esta suposición, los recogió algún camión y terminaron arrojados al vertedero de Toledo al día siguiente. Los agentes han explicado a la familia del fallecido está conjetura. Sin embargo, esto no cuadra para alguno de los parientes que sospechan que pudieron ser asesinados. La Policía Nacional va a iniciar la búsqueda en el vertedero de Ángel Fernández, de 11 años, y primo del fallecido. Ambos estaban juntos cuando les perdieron la pista. Además, siempre iban a la par a todos los sitios.