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Rebajan la pena de cárcel al ‘Violador de la Capucha’ por la ley ‘Solo sí es sí’

Debido a la Ley Integral de Garantía de la Libertad Sexual rebajan la pena de cárcel de 18 a 15 años al temido Violador de la Capucha.

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Rebajan la pena de cárcel de 18 a 15 años al ‘violador de la capucha’ por la ley del ‘solo sí es sí’. Nueva rebaja de pena por la ley del ‘solo sí es sí’. El beneficiado es el ‘violador de la capucha’, que agredió a 6 jóvenes en 2009 en Valladolid.

Rebajan la pena de cárcel de 18 a 15 años al ‘violador de la capucha’ por la ley del ‘solo sí es sí’

Sigue el incesante chorreo de rebajas de penas por la ley Montero o Ley Integral de Garantía de la Libertad Sexual, conocida como la ley del ‘solo sí es sí’.

Ahora, el beneficiado es el ‘violador de la capucha’ que agredió sexualmente a 6 jóvenes en 2009 en Valladolid. Este hombre terminó con una sentencia a 18 años de prisión, una condena que ahora ha sido rebajada a 15 en cumplimiento de esta ley. Le impusieron la condena inicial en el año 2011 ante la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial. Dicha condena también fue algo inferior porque el condenado padece un retraso mental leve en el límite con el moderado. Además, lo padece junto a una falta de control en el control de impulsos sexuales. De hecho, desde 2009 está incapacitado judicialmente de manera parcial.

Consumaba la violación con penetración vaginal y anal

El ‘modus operandi’ del acusado era interceptar a jóvenes por la cuidad de madrugada cuando estas iban solas a sus domicilios. En la primera agresión, en febrero de 2009, obligó a la mujer a desnudarse y le realizó tocamientos. La otras 5 veces, entre abril y mayo del 2009. De estas últimas, el condenado consumó la violación con penetración vaginal en uno de los casos y anal en otro. En las otras 3 ocasiones, fueron tentativas de violación en las víctimas lograron zafarse y huir del agresor sexual.

Amenaza a punta de navaja con seccionarles el cuello

El violador abordaba a todas sus víctimas por la espalda, les tapaba la boca y les amenazaba a punta de navaja con seccionarles el cuello. Todo ello si trataban de huir o de pedir ayuda. Generalmente, solía ir con el rostro tapado y antes de huir quería que las jóvenes no giraran su cabeza y le vieran la cara para intentar no ser identificado.


Contacto:
Fernando Rodríguez Rubio

Apasionado de la escritura, el periodismo y las artes. Máster en Escritura Creativa y graduado en Comunicación Audiovisual. Me encanta el cine, la literatura, la política y la economía.

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