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Una batalla campal se desata en Tenerife entre hooligans y deja decenas de heridos . Tras la batalla campal, la Policía Local de Arona y el Cuerpo Nacional de Policía han coordinado las operaciones para llevar a cabo un dispositivo especial de seguridad en la Playa de las Américas.
En la madrugada de este viernes 25 de noviembre, un grupo de ingleses y escoceses protagonizaron una batalla campal en las afueras de una discoteca de la Playa de las Américas, en el sur de Tenerife.
La pelea comenzó por razones que aún no han trascendido. Sin embargo, participaron decenas de personas que golpearon unas a otras desde ambos lados de la calle. Sillas, mesas o taburetes eran algunas de las ‘armas arrojadizas’ que emplearon los individuos para agredirse unos a otros. Lo ue sí ha trascendido es que eran seguidores ingleses contra escoceses que veían el Mundial de Qatar. La agresividad de los distintos grupos impidió la intervención de quienes presenciaron la situación para que se pusiera fin a la trifulca. Por último, la reyerta terminó con varios heridos. Sin embargo, tampoco sabemos el alcance de las lesiones que sufrieron. La Policía Nacional ya está investigando lo sucedido para determinar cuáles fueron los motivos que desencadenaron los hechos.
Además, los cuerpos de la policía, Policía Local de Arona y el Cuerpo Nacional de Policía, han coordinado sus actuaciones para reforzar la zona y poner en marcha un dispositivo especial de seguridad. A principios de este mes sufrimos una situación similar, también en Tenerife, a las puertas de un instituto. La reyerta habría comenzado en el interior de las aulas entre dos menores, cuando uno de ellos amenazó al otro. Al producirse este hecho, el amenazado avisó a sus amigos para reunirse a la salida del instituto y enfrentarse al otro menor. Los más de 1.000 alumnos que estudian en el centro escolar presenciaron la multitudinaria pelea que se estaba dando a los alrededores del edificio. Golpes, puñetazos y patadas entre varios estudiantes mientras eran jaleados por cientos de ellos que les rodean.
Cuando los efectivos policiales llegaron al lugar, avisados por los vecinos, ya no quedaba nadie, por lo que no se produjeron detenciones.
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