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Dos policías de Estepona acusados de abuso sexual evitan la cárcel por la escasa probabilidad de reincidir. La Audiencia de Málaga los condena a dos años de prisión y suspende la ejecución de la pena con el voto discrepante del presidente del tribunal.
Además, les impone que hagan un curso de educación sexual.
Juan Carlos G. y Vicente Julián P. son dos policías locales de Estepona que abusaron sexualmente de una chica de 18 años aprovechando su condición de autoridad.
Además, la muchacha estaba ebria. Los policías estaban de servicio cuando la intimidaron y acudieron a su domicilio para presionarla con el fin de que fuera con ellos. Como no pudieron, cogieron las llaves de la casa, subieron al apartamento y allí uno le tocó los pechos y le introdujo los dedos en la vagina. Después, el otro la penetró vaginalmente, en ambos casos sin consentimiento. La víctima sufrió síndrome de estrés postraumático y necesitó tratamiento médico farmacológico y psicoterapéutico.
Por estos hechos los condenan a dos años de prisión y los inhabilitan para volver a ser policías durante el tiempo que dure la condena. Sin embargo, lo cierto es que ninguno de los dos irá a la cárcel. La Audiencia Provincial de Málaga les ha condenado como autores de un delito de abuso sexual. El acuerdo entre Fiscalía, acusación particular y condenados, explica que los jueces solo pueden “acatar”, según explican fuentes judiciales, la decisión. No hubo juicio gracias a este acuerdo. Después, les ha concedido el beneficio de suspender la ejecución de la pena.
Todo por una condena notablemente reducida con respecto a la petición inicial de la acusación particular, que eran 33 años. Ambas aceptaron calificar los hechos como abuso y no como agresión sexual, evitando el juicio. Después, los jueces acordaron suspender la ejecución de la pena. Los magistrados de Estepona lo explican: los abusadores ya han indemnizado a la víctima y hay “escasa probabilidad” de que reincidan.
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