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Varios incendios pudieron ser intencionados y los de Burgos avanzan quemando doscientas hectáreas al día. Hay varios medios aéreos dispuestos y efectivos de la UME trabajando en Ávila y Zamora.
España está sufriendo el azote de los incendios.
En las últimas horas han declarado nuevos incendios en Burgos, Ávila y Zamora. Actualmente el que más preocupa continúa siendo el de Tenerife, que sigue avanzando con un perímetro de 26 kilómetros y presenta entradas y salidas en forma de diente.
Las llamas ya han afectado a 2.423 hectáreas y la zona con mayor dificultad es la de la ladera de Tigaiga, en Los Realejos, porque el terreno escarpado impide a los medios terrestres su llegada.
Son hasta 13 medios aéreos, entre ellos dos hidroaviones, los que están trabajando en la zona afectada para extinguir el fuego además de 40 efectivos de la UME. «Las labores que hemos realizado han sido líneas de defensa para acotar el avance del fuego en Quintanilla.”
Desde la reforma de 2015, el Código Penal castiga la provocación de incendios forestales en España con una pena de cárcel de entre 10 y 20 años en caso de que haya existido peligro para la vida o integridad física de las personas. Además, de uno a cinco años en caso contrario, a lo que se añaden multas económicas de entre 10 y 100 euros al día a pagar durante entre 12 y 24 meses.
El de Vegalatrave está en el nivel 2 de peligrosidad. «El operativo sigue vigilando los puntos calientes para evitar reproducciones a media tarde», explicó la administración autonómica. Una semana después de su inicio, los fuegos desatados en Montes de Valdueza (León) y en Cebreros (Ávila), en ambos casos con un amplio perímetro que afecta a otras poblaciones aledañas, mantienen el Nivel 2 de peligrosidad. El primero, mientras que el segundo ha sido rebajado al 1 a primera hora de la noche de este domingo, 24 de julio. Todo ello para poder controlar posibles reactivaciones debido al calor, al viento y a tormentas secas.
En cuanto a los otros incendios activos en la provincia de León, los de Paradaseca y Santalla del Bierzo están ya controlados. Sin embargo siguen manteniendo medios contraincendios para evitar reproducciones de las llamas y extinguir el fuego en todo su contorno. En el caso de Cebreros (Ávila), el perímetro afectado en una semana es de cincuenta kilómetros y la superficie quemada de unas 4.500 hectáreas.
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