El asesino confeso de una persona en una residencia de Valencia: "No lo asfixié como en las películas. No me controlo a mí mismo".
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El asesino confeso de Valencia desvela en el juicio que «no sabía como parar de estrangularlo, no me controlo a mí mismo». El acusado de asesinar a su compañero de habitación en una residencia de Barx confesó su crimen porque «prefería ir a prisión a seguir en el centro»
El asesino confeso de Valencia desvela en el juicio cómo procedió en el crimen
«Por favor, déjame vivir». Esas fueron las palabras que salieron de la boca de su víctima. Era su compañero de habitación, según reconoció el propio acusado ante el jurado popular. Reconoció que mientras estaba subido encima de él apretaba su cuello con fuerza hasta asfixiarlo.
«Me costó matarlo, pero no fue queriendo, no lo asfixié como en las películas«. Así matiza la muerte de la víctima el presunto autor de este crimen cometido en un centro sociosanitario de Barx, en Valencia, en noviembre de 2019.
Juicio por el asesino confeso de Valencia
«No sabía como parar de estrangularlo, no me controlo a mí mismo». Así lo explica el presunto asesino. Sus problemas de impulsividad y rasgos disfuncionales de la personalidad, agravados por el consumo de sustancias estupefacientes desde que tenía doce años, habrían llevado a su familia a tener que internarlo en dicha residencia mixta. Esta es para mayores y para enfermos mentales. Allí acabó con la vida de otro interno, de 58 años, siete meses después de su ingreso.
La pregunta que intentan responder
Sin embargo, ahora la pregunta es… ¿hasta qué punto le afectaba este trastorno por déficit de atención e hiperactividad a la hora de cometer el crimen? Esa es la cuestión que tratan de dirimir en el juicio contra Rabah M. G. M., de 23 años y origen francés. Para la Fiscalía y la acusación particular, estos problemas de tipo caracterial, como la personalidad antisocial, límite e histriónica, modificaban ligeramente sus facultades cognitivas y su voluntad. Por este motivo contemplan solo una atenuante analógica de alteración psíquica. Mientras que la defensa solicita una eximente completa al entender que no era consciente de sus actos.