Yuriy Hladchuk y Pavlo Kovalyk son dos ucranianos residentes en Madrid y van a su país para alistarse en el ejército para ir a la guerra.
Temas cubiertos
Los ucranianos van a la guerra: “No voy a ser un cobarde y quedarme en España”. Esta es la historia de Yuriy Hladchuk y Pavlo Kovalyk, residentes 16 años en Madrid que regresan a Ucrania para alistarse en el ejército y combatir a Rusia.
Historia de dos ucranianos que van a la guerra
Pavlo Kovalyk ha decidido e ir a la guerra a su país. Relata así el inicio de su día. “No sé por qué. He cogido el móvil, he visto las noticias…
y ya eran malas noticias”. De esta forma explica cómo le ha afectado la invasión frente a la embajada rusa en Madrid. Tanto él como Yuriy estaban protestando en la calle de Velázquez en contra de la guerra desatada este jueves 24 de febrero por el Kremlin. Explica que no sabe qué hacer, ya que sus padres, tíos y primos necesitan comida, gasolina y medicamentos en Ucrania.
Su mujer lloraba porque su madre está actualmente combatiendo en la guerra. También porque su marido se va en tres días sin ella. “Mi madre tiene 70 años y me ha dicho: Me quedo aquí, voy a ayudar a cualquier soldado, les voy a preparar comida, voy a cavar zanjas si hace falta”. Por su parte, Pavlo Kovalyk, de 38 años, este mismo domingo 27 de febrero volverá a su país para alistarse en las filas de los reservistas ucranianos.
La situación de los ucranianos que van a la guerra contra Rusia
Sin embargo, su mujer no puede quitarle la idea de la cabeza. “Hace dos semanas me avisó. Me dijo que en esta vida había jurado dos veces; una conmigo y otra con su país, con su bandera”. Kovalyk irá en una furgoneta con menos de una decena de compatriotas. Ha explicado que conducirán por turnos y en aproximadamente 35 horas recorrerán los cerca de 4.000 kilómetros que ahora los separan de Ucrania. Cuando lleguen, los reservistas podrán acudir a sus ciudades natales o ser enviados a bases militares.
Yuriy y Kovalyk
Yuriy Hladchuk, de 36 años, también estará en la furgoneta con destino a la guerra. Hace muchos años, Hladchuk y Kovalyk completaron el servicio militar obligatorio de dos años. Hladchuk estuvo destinado en Crimea, la península que Rusia conquistó de forma ilegal en 2014. A Kovalyk le insistieron en que se alistara en el ejército, era buen tanquista. Sin embargo, los dos prefirieron huir de la maltrecha economía ucraniana y probar suerte en España. Ahora regresan, vuelven a una guerra.
