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El parricida de Elche enviaba mensajes de WhatsApp simulando ser su madre asesinada. Llegó a convivir cuatro días con los cadáveres de su madre, su padre y su hermano.
Ya han redactado el perfil del menor que este sábado 12 de febrero fue detenido por matar con una escopeta de caza a su familia. Lo cierto es que podría ser el de cualquier adolescente del país. Es algo introvertido pero hablador, aficionado a los videojuegos y bastante activo en redes sociales.
Sin embargo, el pasado martes su madre decidió quitarle el wifi por las malas notas obtenidos en clase. Fue entonces cuando el adolescente de 15 años decidió asesinar a sangre fría a sus padres y su hermano de 10 años. En total estuvo cuatro días conviviendo con los cadáveres hasta que finalmente confesó todo a una vecina.
Los vecinos del parricida aseguran que era un “buen estudiante”. Sin embargo, admiten que durante el último trimestre había caído su rendimiento académico. Su madre fue la encargada de corregir sus resultados y decidió castigar a su hijo prohibiéndole el acceso a internet y el teléfono móvil. El arma del crimen que utilizó el menor para cometer los hechos fue la escopeta de caza que poseía su padre. Con ella disparó a su madre, a su hermano y posteriormente a su padre.
El parricida cogió los cadáveres de sus familiares y los guardó dentro de un cobertizo que había en la propiedad. Después hizo vida normal. Justificó su ausencia en el instituto diciendo que estaba confinado por coronavirus. Además, cogió el teléfono de su madre asesinada para contestar a los WhatsApp y fingir que aún seguía viva. Llama la atención de los agentes de Elche su absoluta sangre fría a la hora de planificar, cometer y ocultar un crimen tan monstruoso. Por su parte, consideran que pasó los tres días siguientes jugando a los videojuegos. Esa era su gran afición.
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