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Varios ayuntamientos de diferentes comunidades van a retirar carteles antiabortistas de una campaña de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).
Una decena de ayuntamientos han decidido retirar de marquesinas y soportes publicitarios la polémica campaña de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) que anima a «rezar» ante las clínicas abortistas.
Consideran que vulnera los derechos de las mujeres.
Los controvertidos carteles, con el lema «Rezar frente a las clínicas abortistas está genial», se colocaron en 250 soportes de 33 ciudades, en respuesta a la proposición de ley que se tramita en el Congreso para penalizar el acoso a las mujeres y los trabajadores de las clínicas que practican las interrupciones voluntarias del embarazo.
El Ayuntamiento de Gijón dio orden de retirar los carteles el pasado miércoles 19 de enero. En total, fueron retirados cinco carteles colocados en soportes de la empresa JCDecaux en las calles Carlos Marx y Palacio Valdés, las avenidas del Llano y de la Constitución y en la carretera de Oviedo frente al Hipercor.
También la semana pasada, el Ayuntamiento de Murcia, encabezado por el PSOE, confirmó la retirada de la polémica campaña. En declaraciones a Efe, la concejala de Igualdad y Juventud, Teresa Franco, consideró «una pena» que haya asociaciones que ejerzan esta «forma de violencia hacia las mujeres criminalizando un derecho como es la capacidad de decidir si ser madre o no».
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha considerado que el Ayuntamiento no tiene competencia para juzgar la opinión del anunciante y cree que debe prevalecer la libertad de expresión y el equipo de gobierno de Córdoba, formado por PP y Ciudadanos, ha alegado que no se incumple ninguna normativa de las que regulan la publicidad.
En el municipio madrileño de Getafe también se van a retirar estos mensajes publicitarios pero en este caso, según han confirmado fuentes del Ayuntamiento, porque el tiempo de exposición contratado por la empresa anunciadora terminaba este martes.
La asociación e-Cristians ha tachado estas medidas de «censura», «un ejemplo de la cultura de la cancelación» que huye del debate y busca callar al interlocutor multándole o amenazándole.
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