El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo rechaza la demanda sobre el caso de Alsasua, la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en 2016.
La justicia de Estrasburgo no encuentra motivos para investigar o repetir el juicio a los condenados en el caso Alsasua.
No lo ha admitido a trámite, con lo que la pretensión de que se condenara a España por juicio injusto no se realizará.
Las alegaciones de los jóvenes de Altsasu impusieron la demanda por «falta de imparcialidad, ausencia de un juicio justo y desproporción de las penas» a las que fueron condenados.
La resolución de Estrasburgo es un trámite judicial, subrayan los afectados, que no entra en motivaciones o explicaciones, e insisten en que no hay que extraer la conclusión de que a Europa le parece justa la sentencia «porque el tribunal no entra al fondo de esta cuestión».
Los distintos recursos fueron presentados por los ocho jóvenes, condenados a penas de entre un año y medio y nueve años y medio de prisión, ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo el pasado mes de julio.
La Justicia española condenó a los ocho acusados a penas que iban entre el año y medio y los nueve años y medio de prisión.
Altsasukoak Aske y Altsasu Gurasoak han impulsado desde 2016 el proceso para que los jóvenes no fueran juzgados por terrorismo en la Audiencia Nacional, y que su causa se dirimiera en los juzgados ordinarios de Navarra al considerarla una pelea de bar. Finalmente fueron condenados por el Tribunal Supremo por la agresión a penas de entre un año y medio y nueve años y medio de cárcel, sentencia que rebajó la inicialmente dictada por la Audiencia Nacional, de entre 2 y 13 años, que no apreció terrorismo en los hechos.
El 15 de octubre de 2016, un teniente y un sargento de la Guardia Civil destinados en Alsasua salieron a tomar algo con las parejas de ambos. No estaban de servicio y por tanto no llevaban uniforme, pero un grupo de gente los reconoció y comenzó a insultarlos.
El ataque llegó a las manos y según los agentes testificaron en el juicio de la Audiencia Nacional, tuvieron que atravesar un «pasillo de la muerte» para salir del bar, con puñetazos incluidos, a la par que los llamaban «Txakurras«(perros), o «cabrones».
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