Una empresa de Estados Unidos despide a 900 trabajadores a través de una llamada de Zoom. Les avisó diciendo "si estás en esta llamada, serás despedido".
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Una empresa de Estados Unidos despide a 900 trabajadores a través de una llamada de Zoom. Les avisó diciendo «si estás en esta llamada, serás despedido».
Despido por Zoom
El CEO de Better.com, Vishal Garg, despide a aproximadamente el 9% de la plantilla de los trabajadores a través de Zoom.
Se trata de una compañía especializada en préstamos para hipotecas.
«Si estás en esta llamada, eres parte del desafortunado grupo que está siendo despedido», dijo Garg en la llamada de Zoom. «Su empleo aquí se termina con efecto inmediato».
Después comunicó que los empleados recibirían un correo electrónico de Recursos Humanos con detalles sobre los beneficios y la indemnización.
«Tener que realizar despidos es desgarrador, especialmente en esta época del año», dijo el director financiero Kevin Ryan en un comunicado a CNN Business. «Sin embargo, un balance de fortaleza y una fuerza laboral reducida y enfocada juntos nos prepararon para jugar a la ofensiva y entrar en un mercado de propiedad de vivienda en evolución radical».
Garg citó la eficiencia, el rendimiento y la productividad del mercado como la razón detrás de los despidos.
Falta de productividad de los empleados
Fortune informó más tarde que Garg acusó a los empleados de «robar» a sus colegas y clientes por ser improductivos y trabajar solo dos horas al día.
«Esta es la segunda vez en mi carrera que hago esto y no quiero hacerlo. La última vez que lo hice, lloré», dijo Garg en la llamada de Zoom, que fue breve y sin emociones.
Entre los despedidos se encontraba el equipo de contratación de diversidad, equidad e inclusión.
El director de la compañía
Garg protagonizó un reportaje en la revista Forbes el año pasado a raíz de su carácter volátil y de varias batallas legales por su gestión de otras compañías, en un momento en que la empresa tecnológica financiera se prepara para una salida a bolsa.
Entre otras cosas, el artículo recogía un correo que había enviado a sus trabajadores en el que les decía, en mayúsculas, que eran «demasiado malditamente lentos», les llamaba «delfines estúpidos» y aseguraba que le estaban «avergonzando».