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Indemnizan a un paciente por confundir un cáncer de boca con una llaga en Badalona. El paciente acudió en mayo con molestias en la boca y se le recetó una pomada. Después de meses anulándole la cita por parte del hospital, el paciente fue a Urgencias donde le diagnosticaron cáncer.
En enero le extirparon el tumor cortándole parte de la lengua.
Un juez ha ordenado al Servicio Catalán de la Salud que indemnicen al paciente con 46.141 euros.
¿El motivo? confundir un cáncer en la boca con una llaga. Además, deberán indemnizarle por el inadmisible retraso en el tratamiento. Consideran que por culpa de la tardanza el tumor creció y tuvieron que cortarle parte de la lengua.
En la sentencia, el titular del juzgado de lo contencioso administrativo 17 de Barcelona da la razón al paciente. Además, considera desestimar la resolución por silencio administrativo. Dicho desistimiento está basado en que el Servicio Catalán de la Salud rechazó indemnizarle aunque por la extirpación del tumor el hombre tiene dificultades en el habla.
El juez concluye que es evidente que el diagnóstico inicial no fue acertado. Este nuevo giro supone la admisión de que puede estar justificado por la dificultad de detectar inicialmente el tumor. Además, también se alega la posible confusión con una llaga. Sin embargo, y pese a todos los “errores”, considera «inadmisible» la «demora» en la tramitación de su caso y posterior intervención.
«Los padecimientos del paciente hubieran podido ser mucho menores«, admite el juez, que incide en que una operación a tiempo hubiera tenido menos consecuencias para el hombre, a quien tuvieron que amputarle parte de la lengua.
El hombre, que en mayo de 2016 fue a un ambulatorio de Badalona por molestias en la lengua, le doctora de familia le recetó una pomada por una llaga y le dijo que volviera en noviembre. Sin embargo, el hombre volvió en agosto y la doctora le dijo que tramitaría su visita al especialista de forma urgente.
Sin embargo, el servicio de Dermatología canceló la visita al paciente indicándole que ya le avisarían del día de la visita. Lo cierto es que nunca más volvieron a llamarle.
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