Temas cubiertos
Secuestran a su perra y la encuentran ahorcada en una finca. La galga tenía un GPS incorporado y sabían en todo momento donde estaba. La ubicación llevó a los dueños a una finca donde encontraron su cuerpo ahorcado.
La perra era una galga y tenía cuatro años. La adoptó una pareja en 2019. Iban a la sierra para realizar cursillos de adiestramiento. Esta práctica consistía en dejar a Duna (así se llamaba) suelta para llamarla y que reaccionara a su nombre.
La pareja y la cuidadora fueron a la sierra de Tajonar, en Navarra. Allí, un cartel autoriza a que los perros vayan sueltos. Así empezaron la sesión.
Todo parecía ir correctamente hasta que una de las llamadas a la perra no regresó. “Como hacía frío le habíamos puesto un abrigo y debajo llevaba el GPS. Sabíamos en todo momento dónde estaba y no se había alejado. Miramos el GPS para ver cómo se comportaba y vimos algo raro en el aparato, la señal se debilitaba, se aceleraba…”, cuenta la pareja. De frente, apareció una furgoneta. “El conductor nos miró raro y no paró”. La señal del GPS llevaba la misma dirección que el vehículo y creyeron que la galga estaría detrás. Sin embargo, no era así. El geolocalizador les explicó que la debilidad de la señal podría estar motivada a que el animal estaba dentro de un vehículo.
“La furgoneta pasó de largo y el GPS se volvió loco” explica la pareja. El indicador ganó velocidad y al poco situó a la perra a un kilómetro de distancia. Estaba, al parecer, en una finca. “No entendíamos nada, nos extrañó mucho, porque no era normal que se hubiera movido tan rápido y sin verla. Saltaron las alarmas, pero pensamos que igual había olido algo en la finca”. Fueron hacia la finca y, antes, preguntaron a unas personas que estaban por la zona. “Nos dijeron que era imposible que la perra hubiera podido entrar sola”. La pareja y la adiestradora comenzaron a intentar localizar al animal. El geolocalizador volvía a marcar ese punto, pero Duna no aparecía. Entonces fue cuando llamaron a unos amigos de la zona que podían tener llaves de la finca. Al final accedieron al interior. “Allí estaba, en un cobertizo, este hij… nos la había ahorcado y se había pirado”. Finalmente descolgaron al animal, pero ya había fallecido. Tras el aviso a la Guardia Civil, los agentes les recomendaron calmarse y denunciar.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.