Llaman a declarar a un nuevo sospechoso por el asesinato de Helena Jubany, la joven asesinada en 2001. El juez ha aceptado así la petición de la famila.
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Llaman a declarar a un nuevo sospechoso por el asesinato de Helena Jubany, la joven asesinada en 2001. El juez ha aceptado así la petición de la familia.
Nuevo sospechoso
El juez de primera instancia número 2 de Sabadell, responsable de la investigación para esclarecer la muerte de Helena Jubany, ha ordenado citar a un nuevo sospechoso por el asesinato de la joven.
Se le investiga como por, presuntamente, haber escrito los anónimos que recibió la joven antes de ser asesinada el diciembre del 2001.
A petición de la familia
El juez acepta parcialmente así la petición hecha por la familia Jubany, que reclamaba incluir tres investigados más en la causa antes de que prescriba de aquí a tres meses.
La familia ha presentado nuevas pruebas «relevantes» y ha pedido que se le haga una prueba caligráfica.
Pruebas clave para incriminar al sospechoso
Las conversaciones por correo electrónico entre el joven y Helena Jubany tienen una «conexión clara y directa» con el texto del segundo anónimo que la víctima recibió días antes de ser asesinada.
Tanto los correos como los anónimos hablan de las ganas de volver a coincidir a las actividades de la UES. «Considero que la coincidencia podría no ser causal», apunta el juez.
El magistrado asevera que «los correos electrónicos son un indicio nuevo y relevando para poder concluir de forma provisional y indiciaria que podría haber redactado o dictado el contenido del segundo anónimo». Por este motivo pide que se trasladen a la policía todos los mensajes extraídos del disco duro de Helena Jubany, para ser analizados.
El juez considera pertinente citar a esta persona como investigada y pide que se le practique una prueba de escritura, a propuesta de la Fiscalía.
Desaparecida y asesinada
Helena Jubany fue encontrada muerta en un patio de luces el 2 de diciembre de 2001 después de estar dos días desaparecida. Fue arrojada inconsciente pero viva, al patio interior de un edificio. Se encontraba desnuda, drogada y con quemaduras en su cuerpo después de haber recibido un par de mensajes anónimos. La joven tenía 27 años y vivía en Sentmenat (Barcelona), aunque ejercía de bibliotecaria en Sabadell.
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